viernes, 18 de septiembre de 2020

PICASSO, EL GUERNICA, O LA VERDADERA HISTORIA DE UN ÁRBOL CAÍDO.

 PICASSO, EL GUERNICA, O LA VERDADERA HISTORIA DE UN ÁRBOL CAÍDO. 


INTRODUCCIÓN 

La historia, es esa gran desconocida en el tiempo, cuyo fruto es la esencia fidedigna de la razón y la verdad, y nos permite recordar en el trecho del pasado, acontecimientos retratados en la memoria, muchas veces, difíciles de recordar, e incluso, dolorosos por su significado…pero en ocasiones, la historia es transformada por el interés creado de la falsa política, en esa mujer pública que vende su cuerpo al mejor postor, en un arrebato soberbio de cambiar el placer por dinero, con la idea final de fingir, o con lo que resulta peor, embaucar al profano, que divertido y maravillado, observa desde la prudente distancia del tiempo y el espacio, un óleo sobre lienzo en blanco y negro y un montón de grises, que majestuoso por sus dimensiones, decora una pared de un museo de cuyo nombre, como diría un tal manco famoso, no me quiero acordar… pero como el mismo autor del tríptico que nos ocupa diría, la pintura, no está hecha para decorar habitaciones, ya que es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo…y tenía razón, pues consiguió no sólo cambiar el paisaje de un recinto, si no atraer a la inmensa multitud corrompida por un mito que se aglutina embelesada admirando un cubismo que ni entiende, ni ve, pero en sus sueños profundos, le permiten admirar el sentimiento de un corazón, el suyo propio, recreando la injusticia y la muerte, la profanación y la guerra, el valor y la tragedia, interpretadas con ingenua profundidad que un valor artístico, icono de un siglo loco, ha logrado insuflar, como símbolo perenne de los terribles sufrimientos de la guerra en la humanidad, pero sobre un lienzo cuyo verdadero color de fondo es la falsedad, y la hipocresía. En la imagen, El Guernica, de Pablo Picasso. 




Al admirar un cuadro, y valorar el misterio de su pictórica representación es menester también saber que conviene conocer la naturaleza de su autor, o por lo menos, el motivo escondido entre los matices y figuras plasmadas en la base de un tapiz, cuyo secreto esconde el rubor de una fantasía idealizada en esencia a su imagen y semejanza.


El autor, en este caso, Pablo Ruiz Picasso, cuyo verdadero nombre era Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso, nació muerto, o por lo menos, así lo pensaron en un primer momento, en la ciudad de Málaga…ni respiraba, ni se movía, y tras realizar inútiles esfuerzos para revivir a la criatura, la Comadrona, dejó el cuerpo inerte del niño encima de la mesa, para dedicarse a la atención de la madre…los familiares que se habían reunido para ser testigos del nacimiento del deseado vástago, lo dieron por muerto, pero con la excepción del hermano más joven del padre, médico por cierto, que no se le ocurrió otra cosa que soplarle una bocanada de humo del tabaco, lo que hizo reaccionar al primer hijo varón de la familia Ruiz, con una mueca de repulsa, y un grito de furia y asco al mundo, tal y como si el mundo, no fuera con él, rabioso por haberle estropeado su primer arte abstracto cubista, dedicado a hacer ver la realidad de llegar a la vida desde la misma muerte, dando el deseado sentido peyorativo a la sinrazón de lo natural y lo mundano, intentando hacer entender a los demás que el arte de su propia vida al nacer, se desarrollaría inspirándose en composiciones y elementos más propios de su personal interpretación y no en una natural visión de la vida misma…ni siquiera se dejó amamantar por su propia madre, o dicho de otra forma, su madre, testigo visionario y anticipe de que amamantaba al Minotauro hijo de Pasífae y el Toro de Creta, perdió sus ganas y su leche, quizá, demasiado cansada de buscar en el laberinto de Dédalo la razón por la que el futuro genio nacido de sus entrañas y arrancado de las garras de la muerte por el humo de un cigarro, se alimentara de la creación y la destrucción de las víctimas y las circunstancias inocentes que le sirvieron como sacrificio, para que su ego campara por la vida bohemia, aprovechando los recodos y calles cortadas, a la vez que las oportunidades buscadas para desbordar los muros del laberinto y sembrar el terror o la desolación de los corazones, aclamado al tiempo por todos aquellos creyentes de una libertad pintada con el oscuro esmalte de la farsa, en un tapiz bordado por el vicio, con el marco embellecido por la circunstancia de la sinrazón.






Picasso, fue una de las figuras creadoras del conocido arte como Cubismo, un arte pictórico y artístico europeo de principios del siglo XX caracterizado por la descomposición de la realidad en figuras geométricas, y que surgía como primera vanguardia de una tendencia esencial que rompía con la perspectiva tradicional hasta entonces, es decir, que rompía con el arte o la técnica de representar los objetos , cosas o personas, de una manera natural, tal y como aparecen a la vista… ¿sería entonces correcto interpretar el cubismo como una idea de cambiar la perspectiva natural de los acontecimientos, para darle una imagen distinta a la realidad, e incomprensible para la mayoría de las personas que observan una obra, o lo que la misma representa?...dicho de otra manera, ¿podría cualquier persona, explicar el significado de cada una de esas figuras representadas, o lo que es peor, el conjunto de la obra?...la malignidad de una pregunta busca siempre el rincón oscuro de la segunda intención, es decir, ¿podría cualquiera de todos estos visitantes, observadores embelesados por la circunstancia brindada a gastos pagados por la manipulación, explicar qué representa cada una de las figuras del mal llamado Guernica, o el conjunto de la obra en sí?...la respuesta podría ser la misma que dieron los críticos en su momento en una determinada Galería de Gotemburgo allá por 1964 que se partieron en alabanzas a favor de las cuatro obras expuestas por un enigmático Pierre Brassau, que resultó ser un bulo de un chimpancé, o el recuerdo de otra exposición colectiva, Ape artists of the 1950’s, que revisaba la obra de cuatro artistas que, podría decirse, habían hecho historia algunos años antes… Se trataba del orangután Alexander y el chimpancé Congo, ambos británicos, la estadounidense Betsy, también chimpancé, y Sophie, una gorila holandesa, y esas maldita manía de ponerle nacionalidad a los simios…y de cuyo resultado, Picasso quedó prendado, de tal manera que cuando las pinturas de Congo habían sido expuestas por primera vez , ya habían obtenido cierto éxito, económico se refiere, hasta el punto de que entre la lista de compradores de sus obras figuraba el propio Pablo Picasso… y desde luego, no descubrimos nada si decimos que el mundo del arte siempre estará en boca de todos, para lo bueno y para lo malo, para la crítica y para la alabanza, esto ha pasado siempre, pero resulta que ocurre también que muchas veces a uno le queda la sensación de que el arte, o eso que llaman arte, es una tomadura de pelo, pero, para criticar, lo primero hay que saber, y valorar, para que la historia de Brassau, o la del propio Congo, no le saquen a uno los colores…


Decía un ilustre escritor cuyo origen se ha tratado de falsificar en alguna ocasión, y que se aviene al nombre de Miguel de Cervantes, que la falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño, ya es demasiado tarde…lo que ocurre es que lo irónico de las mentiras es que intentando descubrir una, al final, se acaba descubriendo a todas, pero la confianza de los inocentes, o a lo mejor, el deseo de convertir un ardid en realidad para disfrazar la felonía con el sutil manto del engaño, hacen que esa misma confianza o ese ciego deseo, sea la mejor de las armas del falsario, lo que puede correr el riesgo de que una mentira, repetida mil veces, se convierta en una verdad, para quien quiera creérsela, claro, porque no es menos cierto que las mentiras, suelen tener las patas muy cortas.


Pablo Ruiz Picasso ha sido considerado uno de los más ilustres pintores que han participado en movimientos artísticos que han trascendido por todo lo largo y ancho del mundo, y por ende, como es natural, ejercieron y ejercen una influencia más que notable en otros grandes artistas de su época, y de la actualidad…pero su influencia, no ha sido sólo por su marcado nivel artístico, que podría a lo mejor, o quizás a lo peor, ser discutible para algunos, y no es menos cierto, el elevado nivel de conocimientos pictórico-artísticos e intelectuales en interpretación de figuras representativas en un óleo semejante, para comprenderlo…sabido esto, surge alguna cuestión, ¿pintó Picasso el tríptico del Guernica para todo el mundo, o sólo para unos pocos elegidos, aquellos que previamente adoctrinados, se encargarían después de la importante labor de transmitir la falacia al mundo?...¿qué hubo, realmente, detrás del Guernica?, y otra pregunta más…¿Qué hubo de verdad, sobre el bombardeo de Guernica?.


Con toda seguridad, se nos escapa la consciencia de la atracción que tiene el Guernica en el imaginario colectivo, el mismo que al admirar la obra, en su gran mayoría, ni entiende ni comprende lo que representa ni la forma de representarlo, pero subyace en la contemplación un deseo de la memoria o el acontecer de una época y de unos hechos que den un valor añadido al sentimiento de unas ideas políticas que perdieron en aquel entonces su oportunidad en la crueldad de una guerra, que, a ser sinceros, fue una guerra entre dos bandos, y la crueldad la sufrieron a partes iguales, pero en este caso, la historia la escribieron los perdedores a su imagen, semejanza y conveniencia, como veremos después…llegados aquí, me pregunto si por un casual, hubiera expuesto Brassau al lado del Guernica, con un argumento en contra de la crueldad de la violencia de género, por poner un ejemplo de dolosa actualidad, ¿cuál sería la reacción del entendido público?...En las imágenes, obras del genial y enigmático Pierre Brassau, “Sin Título”, y del eminente Congo…








No teníamos muy clara la forma de atajar la historia de este lienzo, y sus características pictóricas, así como la técnica utilizada, y lo que es más importante, su significado, y ordenar todo mediante capítulos, para que el resultado de este artículo no sea una mezcla de potaje mediocre mediante el cual, la persona lectora, ni entienda absolutamente nada concreto, ni comprenda su significado global…y ya de por sí, bastante complicado resulta para los profanos, incluido el que firma este artículo, visualizar y comprender el lienzo en sí, incluidas sus técnicas, y para ser sincero, a la hora de visitar la obra en el Reina Sofía, de no conocer todo el entramado histórico-pictórico alrededor de la misma, tampoco hubiera perdido más tiempo, ni creo que lo pierda, más que el estrictamente necesario para rascar un par de veces la nuca y la nariz en intervalos de siete o diez minutos de tiempo máximo de visita, en un claro intento de mitigar la insoportable alteración que le afecta a uno la pura y simple manipulación, fuera aparte de la estupidez colectiva por admirar algo que ni siquiera el autor del tríptico comprendió jamás, ni se preocupó en intentar comprenderlo…y esto último, me gustaría subrayarlo para recordarlo durante y después.


Si los monos son capaces de pintar, y de hecho, de pintar bien, habida cuenta de los ejemplos anteriormente expuestos, ¿puede ser que eso que consideramos “buena pintura” sea un concepto cultural que, a fuerza de evoluciones y transgresiones, haya llegado a ser tan elemental y primario como el instinto del que alguna vez partió? ¿O puede ser, quizás, que lo que consideramos “buena pintura” sea en realidad más un instinto que un concepto cultural? ¿O acaso significa que el talento artístico forma parte de ese patrón genético que compartimos con nuestra familia taxonómica, los homínidos? Se me ocurre otra pregunta, ¿forma la estupidez humana, parte de ese mismo patrón genético, o sólo la estupidez humana, es parte única e intransferible de la clase humana, dejando aparte el arte y la comprensión del mismo, para mentes superiores como la de nuestros parientes homínidos?... El propio Voltaire, dijo que todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda…y es más, Remy De Gourmont, novelista, periodista y crítico de arte francés, cercano al movimiento simbolista, argumentó que “El hombre es el inventor de la estupidez”…con lo cual, visto lo visto, sea pues el mono el inventor de la buena pintura. 



Como soy conocedor de que no me estoy ganando muchos amigos entre todos aquellos amables lectores que por alguna vez en su vida, hayan tenido la paciencia de soportar la cola que lleva a visualizar la impaciente brevedad del Guernica en cualquier periodo vacacional cuya molestia ha sido previamente convenida, propongo que una vez dicho lo dicho, pongámonos a la tarea y empecemos primero con las técnicas pictóricas utilizadas en el Guernica, el significado de su representación en lo que se refiere a sus figuras, el motivo de las mismas, la historia o el motivo que refleja, para continuar con la historia del encargo artístico y sus vicisitudes, así como su andadura por el ancho mundo, para explicar después las particularidades de su autor y otros personajes a su alrededor, para dar fin al artículo con la revelación tanto tiempo escondida de la memoria histórica que no conviene a lo políticamente correcto, por la sencilla razón de que lo políticamente incorrecto, por muy veraz que sea, ofende en gran medida al interés de la política manipuladora y aleccionadora cuya única preocupación es adoctrinar, y es más correcto mantener la verdad enterrada bajo las diversas capas de un lienzo repleto de mil matices de gris y de quimera, aunque conocido lo que la oportunidad de este artículo me brindó en tantos momentos de asombro, casi podría asegurar que el porcentaje de matices de quimera del Guernica, superan a los grises por goleada.…espero que sea de su agrado, y de lo contrario, siempre tendrán la oportunidad de investigar un poco, y contrastar la realidad…solamente se necesita un poco de inquietud, y un mucho de estómago para poder digerir…muchas gracias de antemano por la molestia del que se atreva a continuar leyendo, pido perdón y aguante, porque lo mejor viene al final. 



En la imagen siguiente, jura de los fueros del Señorío de Vizcaya por Fernando el Católico, bajo el árbol de Guernica, del pintor Francisco de Mendieta y Retes, una obra, desde luego, de estilo y características diferentes a las de Pierre Brassau , el propio Congo, o el mismo Guernica de Picasso, donde aquí, por lo menos, se ve el árbol.








MIL TONOS DE UN LIENZO

Dentro del ya mencionado estilo del cubismo, del que ya hemos comentado al principio, argumentan los expertos en el arte que el tríptico (un tríptico es una obra de arte por lo general un panel pintado que se divide en tres secciones, o tres paneles tallados que están unidos por bisagras, en este caso del Guernica, está pintado como un tríptico, es decir, en tres partes, donde el panel central lo ocupa el caballo agonizante y la mujer portadora de la lámpara, el panel derecho sería la casa en llamas con la mujer gritando, y, el izquierdo, el toro y la mujer con su hijo muerto) entra dentro del patrón del expresionismo surrealista (valga lo de surrealista en este caso, para la expresión pictórica como también para la finalidad histórica del lienzo, si se me permite el doble aprovechamiento de la expresión). 



La técnica que utiliza Picasso en su momento se denomina “grisalla”, es decir, el uso de tonos grises para acentuar el dramatismo, la misma técnica utilizada posteriormente en todas aquellas obras con matiz bélico-político, posteriores al Guernica, sirva como ejemplo el cuadro del propio Picasso, Masacre en Corea (1951) que mostraba la violencia contra los ciudadanos durante la guerra de Corea. Los asesinatos de civiles cometidos por las fuerzas estadounidenses en Shinchun, provincia de Hwanghae, fue el motivo de la pintura. En Corea del Sur, la pintura fue considerada “antiestadounidense”. Además estuvo prohibida su exhibición pública hasta 1990.






Pero desde luego, contrasta en cierta manera su idea anti-belicista, con cierta manía que frecuentaba Picasso…me explico, resulta que, tal y como lo detalla el historiador Arthur I. Miller en su libro cuyo título incluimos en la Bibliografía del artículo, Picasso se inspiró en la vida y las obras del escritor francés Alfred Jarry, un hombre del que, entre sus muchas rarezas asociadas a su personalidad, destaca la de tener por costumbre llevar consigo una pistola cargada…Picasso llevaba consigo, a imitación de su admirado y extraño escritor, una pistola Browning, en su caso cargada con cartuchos de fogueo, aunque en ocasiones sus víctimas desconocían si era o no de fogueo hasta que una vez disparadas, no causaban herida… Disparaba a los admiradores que le preguntaban por el significado de sus pinturas, por su teoría de la estética o a cualquiera que se atreviese a insultar la memoria de Cézanne. Al igual que Jarry, Picasso utilizaba su Browning como un arma patafísica, en cierto modo emulando a Padre Ubú, tirando a brutos, incultos y estúpidos burgueses. Padre Ubú es un personaje de Ubú rey, una de las primeras obras de teatro de Jarry. Ubú mantiene una conversación con su consciencia sobre la necesidad de que ciencias como la geometría se introduzcan en las conversaciones sobre arte, principalmente porque Friedrich Nietzsche acababa de declarar la muerte de Dios y artistas como Jarry necesitaban llenar un vacío cognitivo, como cualquier alma viviente.






Al referirnos al término arma patafísica, digamos que la Patafísica, es un movimiento cultural francés de la segunda mitad del siglo XX vinculado al surrealismo, que se basa en el principio de la unidad de los opuestos, y se vuelve un medio de descripción de un universo complementario, constituido por excepciones. En el universo de Alfred Jarry todo es anormalidad, donde la regla es la excepción de la excepción. La regla es lo extraordinario, y eso explica y justifica la existencia de la anormalidad…en fin, hasta la locura, o más allá, y si me lo permiten, casi me atrevería a decir que la enfermedad de la locura que trajo consigo al nacer el Siglo XX, se ha ido convirtiendo en fase terminal cuya metástasis ha ido corrompiendo los tejidos más nobles del entendimiento y la razón de la humanidad a día de hoy, encumbrando como ídolos a personajes como al que referimos en el artículo, y otros más que la memoria histórica del momento político actual, se empeña en elevar en los falsos pedestales, como si de ídolos con pies de barro se trataran…ídolos con pies de barro, que se recoge en el Antiguo Testamento en el Libro de Daniel, en el que el profeta explica el episodio en el que el rey de Babilonia, Nabucodonosor, tuvo un sueño en el que aparecía una gigantesca estatua hecha por diversos elementos: la cabeza era de oro, el torso de plata, la caderas de bronce, las piernas de hierro y los pies eran de barro cocido. Una piedra cayó rodando hacia la escultura, chocando contra los pies y haciéndola desmoronarse, debido a la fragilidad del elemento con la que se había hecho la base, por muy fuertes y sólidas que fueran las del resto del cuerpo. Ocurre también con el embuste y la mentira, por muy fuerte y muchas veces que se repita, al final, su inconsistencia, tiende a hacer que se derrumbe…es la historia del Guernica y del propio Picasso.


Continuando con el caso del Guernica, Picasso no se recreó demasiado ni en su trabajo, ni en el proceso del mismo, ya que para componer las figuras tan grandes en el lienzo, lo que hizo fue recortarlas primero en papel, y luego las llevaba al cuadro, en un proceso que no había inventado él, y que se denomina transposición de dibujos, un método muy rápido de pintar, y lo hizo con una pintura industrial denominada Ripolín mate, bastante barato, pese a que por aquel entonces Picasso ya era millonario…con sus chorreones de pintura incluidos, y lo ejecutó en un tiempo bastante reducido, ya que tardó muy pocos días en terminarlo, es decir, desde el 11 de mayo de 1.937, hasta el 11 de junio del mismo año…datos a tener en cuenta para una pregunta un tanto maliciosa que surgirá dentro de poco. 


En este mismo contexto, tampoco hay que olvidar que dos años antes, en 1935, Picasso había grabado al aguafuerte la Minotauromaquia, obra sintética que condensa en una sola imagen todos los símbolos del ciclo dedicado a este animal mitológico, el Minotauro, y que es, a la vez, el antecedente más directo de Guernica…En la imagen, Minitauromaquia de Picasso, luego hablaremos de nuevo de él. 





Es muy importante también, que el lector, tenga en cuenta un interesante dato, antes de seguir adelante, y que tiene una consideración muy especial con respecto a estas dos obras de Picasso, por ponerlas como ejemplo de su personalidad, y es la inspiración en que se basó Picasso para componerlas…el dato es muy significativo, y es nada más y nada menos, que su propia esencia de masculinidad, por llamarla de alguna manera, y la cantidad de mujeres que pasaron por su vida, de las que ya escribimos un artículo anterior titulado LAS MUJERES DE PICASSO, O UN MISÓGINO ADICTO, del que recomendamos su lectura, para comprender el contextos del presente, aunque hablaremos a groso modo aquí de esas mujeres, para ir descomponiendo y comprendiendo paso a paso algunos factores muy importantes a la hora de intentar entender su obra…y la condición de su autor.


BLUNT Y LAS CRÍTICAS AL GUERNICA O UN COMUNISTA POR INTERÉS.


Con respecto al Guernica, en el verano de 1937, el crítico de arte del Spectator londinense, Anthony Blunt, un joven de veintinueve años, acudió a París a ver el Guernica de Picasso, recién expuesto. Este gran grito de indignada humanidad fue recibido con turbulentos elogios, y con una severa indiferencia y rechazo internacional, que luego, más adelante, desvelaremos, pero, volviendo a Blunt, la conclusión del crítico, publicada el 6 de agosto, fue severamente desdeñosa. El cuadro era “una explosión mental totalmente personal que no ofrece ninguna prueba de que Picasso se haya dado cuenta de la significación política de Guernica”…ésas fueron sus conclusiones, pero además, en su columna del 8 de octubre, Anthony Blunt, reseñó la feroz serie de grabados de Picasso Sueño y mentira de Franco… y su crítica, nuevamente fue negativa, argumentando textualmente que “Estas obras no pueden llegar más que a un limitado círculo de estetas” y que Picasso no era capaz de hacerse la soberana consideración de que la Guerra Civil española era sólo una trágica parte de un gran movimiento hacia delante, hacia la derrota del fascismo y la liberación definitiva del hombre corriente. El futuro pertenece a un artista como William Coldstream, y Picasso pertenece al pasado…esas eran entonces sus críticas…, argumentaba Blunt, el 25 de marzo de 1938…



Más tarde, en 1966, en un cambio drástico de actitud, seguramente debido a presiones políticas y culturales a favor surrealismo y la abstracción, que anteriormente había catalogado como espuria, ahora, de repente, cambia el signo de su crítica, conocedor de que posiblemente Picasso estaba en trámites para afiliarse al Partido Comunista francés, que recibió el Premio Lenin de la Paz entre los pueblos en 1962, se le añadió la circunstancia de que hubiera podido verse influenciado con un cuadro del propio Possin “La matanza de los inocentes” para crear el segundo cuadro de temática directamente política después del Guernica, como es “La Casa de Charnel”. En las siguientes imágenes, La Casa de Charnel, de Picasso, y La Matanza de los Inocentes de Possin. 

Hay un dato muy curioso e interesante sobre este tema, y es que en una entrevista realizada a Salvador Dalí, un periodista del grupo que lo entrevistaba le preguntó sobre la filiación comunista de Picasso, y su respuesta fue: ¿“Picasso comunista…?, yo tampoco”.








¿Cuál fue el cambio de postura de Blunt, con respecto a Picasso, y cuáles fueron los motivos?...además, existe otra pregunta interesante sobre el tema, ¿pudo verse influenciado el mundo del arte, y la política, por el posterior cambio del crítico Blunt sobre la genialidad del Guernica y su comparación con otras obras?, la respuesta es evidente… 



Anthony Blunt, había llegado a ser la primera autoridad mundial, titular de la cátedra Slade de Bellas Artes sucesivamente en Oxford y Cambridge, miembro de la British Academy (1950), miembro de la Society of Antiquaries (1960) y, sobre todo, Inspector y asesor de las Pinturas y Dibujos de la Reina (desde 1952 y 1972 respectivamente). Nicolas Poussin (1594-1665) se había convertido el centro del saber y la sensibilidad de Blunt, y Picasso desde luego se vio influenciado sin ningún género de dudas por este artista en su alegórico cuadro La Casa de Charnel. 

Blunt, además de su conocida faceta como contraespía de la Unión Soviética, que no fue descubierta hasta 1964, hay que añadir que en su cambio de postura crítica, es relevante el hecho de que Picasso se hubiera afiliado al Partido Comunista, y además, hubiera hecho pública la influencia de un cuadro de Possin para la creación de su segunda obra belico-política. En ésta ocasión, es interesante reseñar que Blunt cambió de postura con respecto a Picasso, y argumentaba que el terror apocalíptico del Guernica se debía a una parte del marmóreo cuadro de Ingres Júpiter y Tetis. Si en el más célebre lienzo de Picasso no había casi ningún rasgo de compromiso inmediato o espontáneo, si todos los temas principales estaban ya presentes en el aguafuerte de la Minotauromaquia, de 1935, era simple cuestión de economía estética. Este aguafuerte había expuesto de forma dramática “la verdad y la inocencia refrenando al mal y a la violencia” justo de la manera en que lo haría el Guernica, aunque a una escala menor, más humorística…éstas eran sus críticas novedosas al respecto. La Casa de Charnel, es terminado entre 1944-45, y es precisamente en 1945, pocos meses después de afiliarse al Partido Comunista Francés, cuando Picasso había declarado: “No, la pintura no se hace para decorar apartamentos. Es un instrumento de guerra para atacar y para defenderse del enemigo”…En la siguiente imagen Anthony Blunt, el historiador de arte y espía para la Unión Soviética.





Personalmente, tengo que confesar que me resulta muy difícil entender la razón por la cual se exhibe el mal llamado, bajo mi modesta opinión, “El Guernica”, con un acompañamiento de orquesta, un solo de bombo y platillo, y un coro de voces mudas que aclaman su asombro durante su visión breve del cuadro, como a la salida, sin saber a ciencia cierta lo que representa…me pregunto si acaso el nuevo Stalinismo nos ciega, tal y como ha cegado a esos millones de seguidores que han llevado al Congreso una de las mayores mentiras y traiciones que han campado en la Historia no ya de este país, si no del mundo, no sólo utilizando su memoria histórica en su propio beneficio, sino aleccionando a las nuevas generaciones en el olvido de lo que políticamente no les conviene recordar. Resulta curioso rememorar que esos mismos Stalinistas en un principio, concretamente desde 1936 a 1945 Picasso les resultara textualmente un “reaccionario al servicio del gran capital”, pero los mismos tras su afiliación al partido rectificaron y convirtieron a Picasso en un revolucionario del porvenir radiante y de la paz soviética desde siempre, olvidando curiosamente lo anterior… 


En resumidas cuentas, empezaba a fraguar el cambio de influencia política y social en un siglo loco, debido a la explosión económica y socio-cultural. En la música se popularizó el jazz y el tango y en la moda, aparecieron grandes figuras como Coco Chanel. Se produjo la liberación de la mujer que empezó a utilizar minifalda, cortes de pelo masculino y grandes escotes. Y los hombres desarrollaron un afán por sentirse jóvenes empezando a desaparecer la barba como símbolo de masculinidad…El arte, se contagió de la alegría y una alocada sensación de libertad de la época y empezaron a surgir estilos rupturistas como el cubismo y el Art Decó o las vanguardias que apostaban por los colores llamativos, el desorden de las composiciones y las formas geométricas, o incluso en la literatura o en la música…un siglo XX caracterizado por las Guerras, en el cual, como consecuencia, se profundizaron las desigualdades en cuanto al desarrollo social, económico y tecnológico y en la distribución de la riqueza entre los países, y las grandes diferencias en la calidad de vida de los habitantes de las distintas regiones del mundo, el genocidio, las políticas de exclusión social y la generalización del desempleo y de la pobreza…vino a llamarse como el siglo de los Ismos, Pintores, escritores, escultores y músicos evolucionarán juntos en los movimientos culturales (cubismo, dadaísmo, futurismo, arte abstracto...), en la búsqueda de un nuevo lenguaje que produce una ruptura del concepto clásico de forma y de tonalidad; parece como si la provocación se convirtiera en uno de los objetivos del artista. 



Lo que sobre una obra, tanto literaria, como musical, como de cualquier otro género artístico había sido antes una reacción crítica feroz, de repente, el interés político generaba una drástica metamorfosis y cambio de tendencia para exaltar obras musicales asonantes o escritos escandalosos e incluso absurdos, así como tendencias pictóricas modernistas que incluso en muchos casos, ni el propio autor era capaz de explicar…







Pero, no había sido Blunt quien primero le criticara, y luego le alabara sin sentido…Picasso había recibido críticas feroces a su obra, pero cabe destacar una concreta, la de Carl Gustav Jung, reconocido mundialmente como una figura clave del psicoanálisis, fundador de la escuela de psicología analítica, relacionado a menudo con Sigmond Freud, de quien era colaborador directo, pionero de la psicología profunda, más concretamente en el campo teórico y clínico de la conexión funcional entre la estructura del psique y de sus productos o manifestaciones culturales…Jung catalogó la obra de Picasso, impactado por la semejanza que había con la de sus pacientes enfermos de esquizofrenia, como la de un esquizofrénico que expresaba en su obra el característico motivo recurrente a una especie de descenso a los infiernos en su subconsciente y el adiós al mundo de la realidad, argumentando que en las pinturas de Picasso, predominaba el carácter de heridas mentales que se transforman por sí mismas en líneas rotas, o más bien como una especie de fisuras psicológicas que se desplazan a través de la imagen…argumentaba Jung que de la pintura, es lo feo, lo enfermo, lo grotesco, lo incomprensible lo fútil lo que pretende manifestarse, no porque desee manifestar nada sino para oscurecer, pero que se extiende como una niebla fría sobre el páramo desolado…Todo ello absolutamente sin sentido, como un espectáculo que se representa sin espectadores…palabras de Jung, sobre la pintura de Picasso…en las imágenes, siguientes, interpretación de las meninas, por Picasso, y las meninas, de Velázquez…








LOS SÍMBOLOS SIN SIMBOLISMO 

Mucho se ha escrito en torno a la relación de Picasso con sus mujeres…sobre todo, con aquellas que tuvieron alguna influencia en su vida, pero también tuvo algunas otras que no fueron más que un mero y fugaz trámite de desahogo en un par de noches locas de arrebato y sensualidad, o como se quiera llamar. Con una más que demostrada fama de mujeriego, las relaciones sentimentales pasaron por su vida de una forma vertiginosa y, según los expertos, todas ellas quedaron reflejadas en sus pinturas. Su peculiar manera en el trato con las mujeres, tanto como amantes y como tema de entretenimiento, aparecen demostrada en algunas de sus más conocidas opiniones en más de una ocasión, ya que Picasso argumentó que para él sólo había dos tipos de mujeres, “las diosas y los felpudos”…y además, no es menos cierto que las necesitaba en su vida para darle un cierto sentido de musa-diosa, y cuya finalidad era el protagonismo necesario en sus pinturas, y ejemplo de esto último, lo tenemos en que en una gran parte de sus cuadros, el protagonismo es de la mujer, no cabe ninguna duda para el observador, de que en su éxito como artista, parte de este se debió a sus relaciones amorosas, las cuales influyeron notablemente en su carrera profesional, pero por mucho que Picasso necesitase que las mujeres en su vida fuesen diosas, se las arreglaba para reducirlas a felpudos de la misma manera. Historias de amor y desamor, a veces confusas, dulces en ocasiones, repetitivas y herméticas siempre, amargas como la hiel, libidinosas y dramáticas como la muerte todas, sin ninguna duda, y además, sobre esta contundente afirmación, no hay más que ver y observar su historia, la historia de cada una de ellas, pero para eso, ya tenemos un artículo especial dedicado al tema, LAS MUJERES DE PICASSO O UN MISÓGINO ADICTO”… unas historias de amor, que mantuvieron la inspiración de Picasso desde la vida bohemia del Montmartre de la Place du Tertre, en aquella antigua Casa del Trampero, rebautizada después como Bateau Lavoir, hasta el mismo día antes de su muerte, en el que estaba trabajando en un desnudo de mujer… 



Con respecto al Tríptico de Picasso “El Guernica”, Anthony Blunt, divide a los actores de esta composición piramidal en dos grupos, el primero de los cuales está integrado por tres animales: el toro, el caballo herido y el pájaro alado que se aprecia tenuemente al fondo, a la izquierda. Los seres humanos componen un segundo grupo, en el que figuran un soldado muerto y varias mujeres: la situada en la zona superior derecha, que se asoma por una ventana y sostiene hacia fuera una lámpara; la madre que, a la izquierda del lienzo, grita llevando al hijo muerto; la que entra precipitadamente por la derecha; y finalmente, la que clama al cielo, con los brazos alzados, ante una casa en llamas.




Hay ocho figuras o representaciones de algo que todavía hoy, están sometidas a interpretación y a multitud de discusiones, de forma y manera que quedan abiertas a todo tipo de especulaciones, y en cierta manera, habría que darle la razón a Picasso, cuando éste se negó en vida a explicar los símbolos en conflicto, consideró que el Guernica debía tener vida propia, pero, en este caso, vamos a proponer las más aceptadas de forma generalizada, para intentar darle un sentido de algo, a algo y a alguien que no le encuentra sentido a la suspicacia, o al sin sentido, y lo primero que se nos ocurre, es que no encontramos nada, absolutamente nada en el tríptico de Picasso, que identifique a la ciudad de Guernica…no existe representación alguna del roble milenario, ni una sola visión representativa de algún componente de simbología vasca, como podría ser la boina con mucho vuelo, típicamente vasca, de nombre chapela, ni un solo avión o ni una sola bomba…nada, absolutamente nada que pueda representar la más mínima idea, de que fuera una alegoría del bombardeo de Guernica, toda visión o interpretación posterior, no resulta más que una mera manipulación tanto de la pintura en sí, de forma principal, como de la historia, en un intento sucio y mezquino para hacerse con la voluntad del observador…éste, es el primer dato curioso a tener en cuenta, para dar sentido a todo lo que viene después, y conviene además, no olvidarlo.


EL GUERNICA Y LA MINITAUROMAQUIA.


Fácilmente se pueden mostrar en el Guernica, algunas de las analogías, elementos y personajes, que aparecen en otra obra del propio Picasso, la Minotauromaquia, que luego trasladaría al Guernica. Se encuentran ya la vela o lámpara, el toro, en ésta ocasión en una especie de mutación de minotauro; el caballo espantado, además de una ventana y hasta una escalera que también aparecería en los dibujos preparatorios del Guernica, de los cuales existen evidencia gracias al trabajo que durante el proceso pictórico del Guernica, hizo Dora Maar, una de las amantes de Picasso, que nos ha dejado una interesantísima documentación fotográfica del desarrollo del lienzo, y de quien hablaremos más adelante…pero, comparemos primero los dos cuadros…







La estampa de La Minotauromaquia se ha considerado como una batalla ética privada, una alegoría íntima de Picasso, llena de simbolismo personal , que, por cierto y como de costumbre, nunca explicó el propio artista, a la vez que plenamente involucrada con la iconografía de su obra anterior y posterior.



Entre los mitos interpretados por Picasso, el Minotauro fue el que tuvo mayores resultados. Como en una época anterior, había ocurrido con la figura del arlequín, el pintor encontró en la imagen de la atormentada bestia y sus avatares un modo de expresión de su propio ser y sus problemas; así, durante un largo periodo, de 1928 a 1937, el tema del Minotauro es muy recurrido por Picasso.



No es posible olvidar el carácter maldito del Minotauro si queremos comprender la identificación de Picasso con la bestia. El Minotauro es un ser maldito, fruto de una relación aberrante y desde su nacimiento predestinado al sacrificio. Seguramente la identificación con la fatalidad del destino del monstruo hizo que Picasso lo utilizara como alter ego plástico; hay que tener en cuenta que aparece en su repertorio en la época que él mismo definió, en declaraciones a Douglas Duncan, como "la peor época de mi vida"… 



En este contexto encajan perfectamente la fascinación de Picasso por el Minotauro como una proyección de sus experiencias interiores y la gran cantidad de poesías automáticas escritas en este periodo (concretamente tras la creación de La Minotauromaquia) en que el artista sufrió un bloqueo emocional que no le permitió pintar durante unos meses. Así se lo dice a su amigo Jaime Sabartés, al que le pide que viaje para encontrarse con él y que desde entonces se convertirá en su secretario personal.

La mayor parte de la producción donde aparece el Minotauro se realizará sobre papel, dibujos y estampas, como si fuera un diario íntimo dibujado, que quiere transmitir a quien visualiza sus obras.



La Minotauromaquia se nos presenta como síntesis final de toda una serie de obras. Es un grabado que condensa todo el universo que Picasso ha desarrollado hasta entonces, complicando el significado de cada elemento hasta crear una composición casi críptica, que desafía todos los análisis iconográficos, pero para aquel que conozca su vida personal, tiene un significado claro y evidente…de igual manera, ocurre con el conocido como Guernica, que después nos detendremos a analizar.



Según la leyenda, el Minotauro tenía el poder de ver donde otros no podían, porque sus ojos estaban acostumbrados a la oscuridad del laberinto…en este punto de nuestra historia, me pregunto si en realidad tendrá algo que ver el laberinto del Fauno, la película de Guillermo del Toro, con el mismo laberinto y la misma oscuridad, o más bien, tanto el Minotauro de Picasso y el Fauno de del Toro, son primos hermanos, y ambos han sido encerrados en su momento por Minos, el Rey de Creta, en el mismo laberinto …el caso es que esta oposición monstruosa entre luz y oscuridad es lo que realmente divide la composición, tanto conceptual como formalmente, en dos planos. El deseo, la culpa y la vergüenza, todos los impulsos de Picasso/Minotauro se subliman ante la inocencia de la niña/Marie Thérèse Walter, otra de sus amantes. Aunque el cuerpo del monstruo sigue siendo humano, tiene el rabo de un toro, que hace pensar en su evolución hacia la animalidad completa en el proceso de transformación mediante el cual el monstruo se convierte en el toro del Guernica, símbolo ya no del pecado y la brutalidad, sino del poder maligno de la guerra.



El Minotauro, nacido en Creta del amor entre una mujer y un toro, es la figura más simbólica de Picasso en las obras realizadas en los años treinta. Ocupó muchos de los dibujos y estampas que componen la Suite Vollard de Picasso, que es una serie de 100 grabados , realizados entre septiembre de 1930 y marzo de 1937, para Ambroise Vollard, marchante y galerista francés... Según la leyenda, el Minotauro vive desterrado al laberinto construido por Dédalo y se alimenta de hombres y mujeres jóvenes que le son sacrificados. El ser monstruoso, cuya apariencia animalesca testimonia sus brutales instintos, que no es capaz de dominar, es la personificación trágica de la dualidad del ser humano: ebrio por la bebida, violenta y mata a las muchachas. En la obra, el Minotauro es conducido con engaños a la plaza, donde desde el palco las jóvenes contemplan complacidas cómo es herido. Ciego y reducido a la impotencia, se deja guiar por una niña que tiene una vela encendida en una mano y un ramillete de flores en la otra. Entre ellos, un caballo destripado lleva en el lomo a la mujer torero, que, al ver próximo el final de su vida, trata de matarse con su propia espada. El significado simbólico de la obra es de difícil interpretación. La vida, la inocencia y la luz están representadas por la niña, el mundo de la infancia, que no tiene miedo de los monstruos de los adultos; el cuerpo desgarrado de la mujer torero y el caballo son símbolos de la guerra. Realizada en una de las épocas más difíciles de su vida, la Minotauromaquia presenta el dolor y el sufrimiento del artista a través de una mitología personal.



Picasso crea otras leyendas en torno al minotauro que han llegado a conocerse a través de su compañera y también amante, la pintora Françoise Gilot. Para él, los minotauros son ricos habitantes de la costa de Creta. Sus casas, repletas de obras de arte y mujeres bellas, albergan a menudo reuniones festivas que terminan en orgías, en las que hacen felices a las mujeres con las que mantienen una relación de sentimientos encontrados. Los domingos, los minotauros encuentran la muerte a manos de gladiadores griegos. El propio Picasso afirma que el minotauro es la línea que conecta los diversos itinerarios recorridos por él a lo largo de los años, un alter ego propio de sí mismo, y puede verse además en una serie de grabados en los que el minotauro lleva una daga en sus manos, y que supone el inicio de la iconografía definitiva del monstruo. También aparece en los grabados de la emblemática Suite Vollard, de la que ya hemos hablado antes, donde el tema se desarrolla en toda su extensión, y el minotauro participa de la vida en el estudio del escultor, representado por Picasso. Sin ninguna duda, se puede afirmar que el minotauro aparece la obra considerada como precedente directo del Guernica, donde se produce un violento encuentro entre el minotauro y el caballo.



El fin de su matrimonio con Olga a causa con su relación con MarieThérése, cuyo rostro encontramos en las mujeres asomadas al balcón, halla en la figura ambigua del hombre toro, la metáfora dramática en aquellos años de su vida, también plasmada en sus dibujos con el fauno, un chivo lascivo y con la alegría de vivir, Picasso se ve reflejado porque es un ser lleno de contradicciones, con en el centauro porque es un personaje "violento y lujurioso", y con el minotauro (mitad bestia, mitad hombre) porque es a la vez "víctima y verdugo"… en el caso del minotauro, Picasso se identifica por su situación de hombre casado con Olga Stepanovna y que se enamora de Marie-Thérèse, una adolescente; sus grabados reflejan el "dramatismo" de la vida personal que vivió en aquella época. Otros dibujos con la visión de Picasso sobre sí mismo son el “Fauno descubriendo a una mujer dormida”, de la Suite Vollard; “Fauno tocando la flauta doble”; “El centaure picador”; “El capvespre d'une Faune” o “Fauno flautista y bacantes”…sobre el centauro, la visión de Picasso sobre este ser mitad hombre y mitad caballo, símbolo de la ira y la lujuria masculina, se aprecia en grabados como “Hércules mata al centauro”, “Centauro picador” o “Centauro preceptor”…en la imagen siguiente, Fauno descubriendo a una mujer dormida, de Picasso.







Ya hemos ido conociendo a algunas de las mujeres de Picasso, de una manera un poco inicial a modo de analizar también sus inquietudes personales, pero sobre ellas, ya hemos dedicado un artículo aparte, LAS MUJERES DE PICASSO, O UN MISÓGINO ADICTO, ahora conviene continuar la analítica de los personajes del Guernica. 

Nos fijamos primero en las tres figuras colocadas en una sucesión de profundidad, mirando el cuadro de frente, y vemos una cabeza con el brazo derecho en alto, cuyo significado no es otro que una escultura rota, caída en el suelo, donde mucha gente ha querido ver un soldado muerto y descuartizado…¿porqué esta afirmación?, pues por la respuesta a otra pregunta, ¿Cuál fue el encargo directo que le hicieron a Picasso?... 


UN ÁRBOL CAÍDO. 

En mayo de 1937 iba a inaugurarse en París la “Exposición Internacional de Artes y Técnicas en la Vida Moderna”. El gobierno de la República Española se plantea un pabellón y busca la colaboración de Picasso y de otros artistas. En la primera semana de enero de 1937 una delegación (amigos de Picasso) le pide un gran lienzo y lo que pudiera colaborar de más, le explican el compromiso de otros artistas como Miró. Picasso no se puede negar ya que es Director (honorario) del Museo del Prado. La petición es un lienzo similar al del “Dos de Mayo” de Goya, que sea “un manifiesto al mundo de cómo la guerra de Franco amenaza y quiere destruir los valores y las iniciativas culturales de la República, y también destacar el comportamiento heroico de las masas populares que la defienden”, pues a ello se dedicó el pabellón español. A Picasso no le gustó la idea política, pero se comprometió con un gran lienzo de su mejor arte, además hará unos grabados para que se vendan como postales y puedan sufragar parte le los gastos de la guerra…las razones por las que accedió, las veremos más adelante, cuando contemos la historia del Tríptico mal conocido como El Guernica, puesto que en realidad, no se trata más que de una burda manipulación tanto de su contenido, como de su finalidad, además de otras cuestiones que irán surgiendo… Queda fuera de toda duda, que lo que en realidad quiso reivindicar Picasso en su obra del Guernica, fue entonces tanto el Arte, como la destrucción del mismo, y ésa y no otra, fue la idea. Sabido es que las Bellas Artes eran seis: arquitectura, escultura, pintura, música, declamación y danza. La declamación incluye la poesía, y con la música se incluye el teatro. Esa es la razón por la que el cine se considera en la actualidad el séptimo arte, pero, ¿y si Picasso, quiso plasmar las siete artes, en el Tríptico conocido como El Guernica?... 



Sabido es, que durante meses, Franco había bombardeado Madrid de forma casi diaria, y tanto el Museo del Prado, como la Biblioteca Nacional, fueron alcanzados por las bombas, y sabido es también, que el Gobierno de la República, de alguna manera consiguió poner a salvo las obras de arte, a la vez que emprendía su huída hacia Valencia…lo que se le encargó a Picasso, por aquel entonces Director Honorífico de forma interesada del Museo del Prado, (pese a que no viniera a Madrid a nada, desde hacía ya mucho tiempo), como hemos podido ver, se le encargó un mural para los fines que hemos constatado, y con la particularidad de la semejanza a los fusilamientos del tres de mayo, de Goya… 

Poco antes, Picasso había terminado Sueño y Mentira de Franco, el cómic político más satírico con algunas frases poetizadas. La segunda plancha, terminada en junio del mismo año, muestra una gran influencia de las dramáticas figuras del gran mural que Picasso estaba realizando, Las últimas cuatro escenas, aportadas posteriormente, transcriben figuras del repertorio de Guernica y representan los sufrimientos padecidos por las víctimas.








Cuando se preparaba la Exposición Universal de París, Picasso empezó a pintar un gran cuadro sobre el bombardeo de Málaga por los italianos, del cual hay abundantes esbozos fechados con anterioridad a los sucesos de Guernica; pero llegó el comisario Bergamín y dijo: lo que estás pintando es Guernica (aquí funcionaron a la vez la autoridad comunista y el nacionalismo vasco), y Picasso, que sabía lo que le convenía, no vaciló en cambiar el título… Como no gustaba el cuadro instalado ya en el pabellón, el público europeo le daba la espalda, porque el tema era sangriento y Europa se encontrada en vísperas de un desastre mundial, de hecho, fue rechazado de lleno por los visitantes deslumbrados por los progresos tecnológicos expuestos en otros pabellones (44 países participaron), tuvo malas críticas y apenas salía en los catálogos mensuales.

Ante este malestar general, el pintor guipuzcoano Julián Tellaeche Aldasoro y un puñado de políticos también vascos pidieron que se sustituyera el cuadro por otro de Aurelio Arteta, un tríptico sobre la guerra civil (según Joaquín de la Puente, p. 80 de su libro Guernica). Esto lo cuenta el escritor Manuel Llano Gorostiza. Como no consiguieron tal sustitución, los responsables políticos del pabellón español se vieron obligados a reinterpretar el tema del gran lienzo-mural, y lo relacionaron con el bombardeo de la ciudad vizcaína Guernica, que había ocurrido por la misma fecha de la ejecución del cuadro…éstas, y no otras, fueron las razones…Pero, vamos a desenmarañar un poco más el proceso, porque estoy seguro que va a resultar muy interesante, ya que las mentiras, suelen tener las patas cortas.



GUERNICA

Desde el principio de la guerra el gobierno de la II República española había buscado la colaboración de los más destacados artistas españoles como medio de propaganda. Se cree que la mediación con el genial Picasso se hizo primero a través de su amigo José Bergamín, a primeros de enero de 1937 (uno de los que habían dirigido la evacuación del Museo del Prado hacia Valencia en noviembre de 1936). También intervinieron Max Aub, que era desde diciembre del 36 hasta julio del 37 agregado cultural de la Embajada de España en París con el embajador Luis Araquistáin. El comisario de la exposición era, desde febrero, José Gaos, que también habló con Picasso varias veces porque el mural no avanzaba. El encargo del mural fue por un importe de 150.000 francos franceses (una cantidad astronómica, casi el 15% de todos los gastos del pabellón español, según Javier Tussel) en concepto de “gastos” que le pagó Max Aub el 28 de mayo de 1938, aún la obra sin acabar.



Con el encargo a la vista, Picasso, a través de su amante Dora Maar (Teodora Markovitch, de origen yugoslavo, hablaba castellano por sus años en Buenos Aires), tomó en alquiler un taller grande en el Nº 7 de la rue des Grands-Agustín de París (edificio del XVII), especialmente para que le cupiera el mural de 349,3 x 776,6 cm. El 8 y 9 enero del 37 empieza a componer dos planchas para grabados en aguafuerte: sus “Sueños y mentiras de Franco” (por eso la fecha aparece al revés) la primera fechada el 8 de enero de 1937 y la segunda de 9 de enero-7 de junio 37, es tipo viñeta como los tebeos donde se cuenta el cruce del Estrecho de Gibraltar por Franco, representado como un homúsculo con forma de enano boniato; a petición de Juan Gaos se vendieron en el Pabellón como tarjetas postales para recaudar fondos para la República española. En los aguafuertes abocetó Picasso un poema surrealista de escritura automática de Pablo Picasso, titulado “Sueños y mentiras de Franco”. Durante un tiempo parece que se queda en una especie de crisis creativa. Los comisarios le apremian y dibuja los primeros bocetos el 18 de abril unos trazos de un toro, un caballo, mujer con lámpara, y decenas más hasta finales de mes. El bombardeo de Guernica es el 26 de abril Tarda 20 días en pasar de los bocetos al mural. Pero no pintó más que una evolución de los bocetos, todos anteriores al bombardeo. No hay ninguna referencia al suceso bélico o al lugar. Cuando por fin se expone ni tiene ni título, únicamente “Gritos de niños, gritos de mujeres, gritos de pájaros…”




Después de una crisis creativa, acuciado por las prisas, dibuja los primeros bocetos serios a lápiz, que son del 18 de abril (unos trazos de un toro, un caballo, mujer con lámpara), antes del bombardeo de Guernica que sucedió el 26 de abril; y el día 10 de mayo aparece el puño con una hoz y un martillo (del comunismo), que desaparecería de inmediato. Conocemos las fotos del proceso gracias a las fotos de Dora Maar, su amante y fotógrafa del proceso, y a la República que se las pagó…todo esto está documentado, para que no haya dudas. 

En la imagen, Dora Mar.




Los bocetos más serios son del 1º de mayo, aparece un caballo alado sobre un toro, como Pegaso o el alma del caballo resucitado. Aparecen todas las figuras de la obra final: el toro, la mujer con la luz, el guerrero en el suelo y el caballo. En otro boceto del 1 de mayo, un pequeño caballo alado escapa de la herida del caballo central, aparecen un soldado romano (lleva un casco y una lanza) derribado, el toro y la mujer de la lámpara. La lanza, al final de proceso de creación, quedará lanceada y rota en el cuerpo del caballo. El 8 de mayo introduce a la estremecedora madre con el niño muerto, una rueda de un carro, y el caballo muerto que cae sobre el guerrero y el 11 de mayo empieza a pintar sobre el lienzo definitivo hasta el 4 de junio, fecha de su culminación. El 11 de mayo vemos al guerrero con el puño alzado en el centro, los símbolos del cuadro están prácticamente armados, menos el hombre muerto y el puño que será quitado, luego separará la mano del cuerpo y quedarán independientes, decapitado. El 13 de mayo, pinta una espada rota (armas anacrónicas en una guerra con armas de fuego y cañones), esta mano tiene 6 dedos, una mano que se aferra al arma. El 4 de junio aparece la cabeza decapitada que espira. Y también la flor en la mano con la espada.



En realidad Picasso pinta el mismo cuadro que el de los bocetos germinales, antes del 26 de abril, es decir, es una metamorfosis desde el principio la final, pintado en 20 días.



Picasso estaba en su casa de Antibes (Francia) cuando se enteró de la noticia, unos dicen que por Juan Larrea, aunque la noticia salió el día 29 en The Times y el 30 en Ce Soir, la noticia tuvo repercusión porque casualmente unos periodistas extranjeros estaban en Guernica; evidentemente las imágenes valen más que mil palabras. Otros dicen que fue Juan Larrea, vasco y delegado de Relaciones Culturales de la Embajada de España, quien le comunicó a Picasso lo del bombardeo de Guernica. Pero es este poeta y escritor quien en 1947 publica un libro en Nueva York, en inglés, titulado Guernica: Pablo Picasso, con fotos de Dora Maar, ese libro se publicará en España en 1977.



Lo que le ocurrió es que los sucesos bélicos de la guerra acuciaron la urgencia de entregar el trabajo en el verano (se inauguró el 12 de julio de 1937).



Si fuera la ciudad de Guernica estaría el roble milenario o los símbolos del Señorío de Vizcaya: lobos cebados en corderos, calles con vascos, bombas; sin embargo, hemos visto que los temas estaban elegidos previamente al bombardeo de Guernica, es un proceso largo creativo como lo demuestran los múltiples bocetos anteriores al 26 de abril.



Cuando se expuso el cuadro en París no tenía título ni estaba firmado. Se le conocía como: “Gritos de niños, gritos de mujeres, gritos de pájaros...”, era el lema del cuadro. Un poema de escritura automática de Pablo Picasso, para los aguafuertes de “Sueños y mentiras de Franco” aparece escrito. Como no gustaba el cuadro instalado ya en el pabellón, el público europeo le daba la espalda, porque el tema era sangriento y Europa se encontrada en vísperas de un desastre mundial; ante este malestar general, el pintor guipuzcoano Julián Tellaeche Aldasoro y un puñado de políticos también vascos pidieron que se sustituyera el cuadro por otro de Aurelio Arteta, un tríptico sobre la guerra civil (según Joaquín de la Puente, p. 80 de su libro Guernica). Esto lo cuenta el escritor Manuel Llano Gorostiza. Como no consiguieron tal sustitución, los responsables políticos del pabellón español se vieron obligados a reinterpretar el tema del gran lienzo-mural, y lo relacionaron con el bombardeo de la ciudad vizcaína Guernica, que había ocurrido por la misma fecha de la ejecución del cuadro.

Da la sensación de que el único bombardeo, de una y de otra parte de los bandos enfrentados, sólo hubiera ocurrido en la ciudad vizcaína, cuando en realidad los hubo en todas partes:, pero es que además, volvemos a insistir en esto, si prestamos atención al Guernica vemos que no hay nada que identifique a la ciudad vasca homónima: no hay aviones, no está el roble milenario, ni bombas, ni chapelas, lo más parecido es una mujer que huye de las llamas o el niño muerto en brazos de su madre. 







MANIPULACIÓN FINAL DEL GUERNICA

Estos son los seis tópicos más extendidos sobre el bombardeo y que las recientes investigaciones ponen en entredicho:

Guernica sí tenía interés militar 


Guernica sí tenía interés militar. La propaganda de izquierdas ha insistido en que se trataba de una población indefensa y carente de interés militar. Pero la villa no sólo tenía interés per se (fábrica de armas y cuarteles), sino que su toma inmediata habría permitido copar a grandes unidades del Ejército republicano, lo que habría precipitado el final de la campaña del Ejército de Franco en Vizcaya.
Guernica era un nudo de comunicaciones y, aunque no se pretendía con la operación cambiar el curso de la guerra, sí se quería facilitar la ofensiva terrestre que se iba a llevar a cabo.



No pudo durar más de tres horas ininterrumpidas.


El historiador británico Herberth Southworth da el dato por cierto cuando es sabido que los aparatos germanos de la época no tenían tanta autonomía de vuelo. El tiempo máximo de permanencia en el aire de los cazas de acompañamiento era inferior a las dos horas y media, y a los bombarderos Junkers no les daba tiempo material de bombardear Guernica, volver a Burgos, recargar y regresar a la villa en menos de tres horas. Todo indica que duró apenas unos minutos.



No hubo ametrallamiento de civiles.


The New York Times titulaba su información sobre el bombardeo: "Histórica ciudadvasca destruida, aviones rebeldes ametrallan a civiles". Pero era materialmente imposible hacerlo porque las calles del casco urbano de Guernica no tenían ni la anchura ni la longitud necesarias.
Tampoco las escuadrillas de Junker y Heinkel tenían una carga especial de bombas, como se ha especulado. Se utilizaron las mismas que en otros bombardeos. Si los efectos fueron más destructivos se debió a lo compacto del núcleo urbano, la abundancia de casas de madera y el hecho de que los bomberos de Bilbao fueran avisados muy tarde y no llegaran a Guernica a apagar el incendio hasta las 10 de la noche, tres horas después de concluir el ataque.

No hubo 3.000 víctimas



Los estudios de Salas Larrazábal son concluyentes. Un número tan elevado de víctimas (entre 1.600 y 3.000) era imposible. El recuento de la recogida de cadáveres arrojó un número concreto, la cifra difícilmente alcanzaría los 200 fallecimientos. Estudios posteriores los reducen aún más y dan el número de 126 víctimas, incluso hasta aquí llega la burda manipulación, descubierta tras investigar los registros finales.


El mercado había terminado horas antes del ataque. 


Los estudiosos del bombardeo de Guernica, como Paul Preston, han usado los documentos de la propaganda que se desarrolló durante los últimos meses de la Guerra Civil. Uno de sus tópicos fue que era día de mercado y que se bombardeó el recinto. Este apenas sufrió daños al no recibir el impacto directo de las bombas alemanas. Además, el bombardeo se produjo más de dos horas después del cierre de los puestos.


Hemingway, Orwell y Dos Passos tergiversaron los hechos. 
El bando republicano no dudó en utilizar a un auténtico ejército de periodistas de medios de Inglaterra y EE UU que no dudaron en usar los datos facilitados por el mando republicano sin comprobarlos y sin entrevistar a testigos. Por eso, las informaciones de periodistas tan dispares como Hemingway, Orwell, Saint-Exupéry, o John Dos Passos no dudan en reproducir informaciones imposibles como los ametrallamientos sobre civiles, la duración de tres horas o la destrucción de la mitad de los edificios. Los 22 testigos presenciales que han declarado sobre lo ocurrido en Guernica coinciden en que la destrucción afectó a 52 edificios (14% del total), que no se ametralló a los civiles que escapaban de la localidad y que el bombardeo fue en tres pasadas, con una duración total que no superó, en ningún caso, los 15 minutos de duración.


CONCLUSIONES

Charles Dickens decía que es más fácil escribir sobre las miseria de los hombres que sobre su bondad, pero resulta que sobre Picasso, no hemos encontrado bondad alguna que vaya un paso más allá de no destrozar como el Minotauro que era, todo lo que se hallara en el laberinto de su vida…Sádico, bisexual, ególatra, psicótico, manipulador, fumador de opio, oportunista y cínico, y además, no le importaba traicionar a sus amigos para cumplir sus deseos.

Pablo Picasso destruyó todo lo que amó, pintó toros, minotauros violadores, y mujeres que luego colgaba desnudas y convertidas en monstruos suspendidas en el vacío de una pared, y que sin duda, ellas ocuparon un gran porcentaje de sus pinturas, a veces lucen dulces, herméticas, ácidas o rotas, o verdaderos monstruos desfigurados por un cubismo o surrealismo hostil. 



Al principio de sus relaciones, le producían un entusiasmo que hubiera, sin duda alguna, producido la envidia del propio Dionisos, el mismo Dios del placer sexual en la mitología griega, y fue la síntesis de las dudas, la angustia y la desintegración que dominaron el siglo XX, todas estas vicisitudes se argumentan en la Bibliografía en la que nos hemos basado para completar el trabajo, pero quisiera resaltar todas estas fuentes en una única biografía, la que recomiendo de muy buen grado, la de Arianna Stassinopoulos, como un retrato despiadado e inquietante del pintor malagueño, a la vez que una clave para interpretar la motivación y el significado de su obra universal, una Arianna Stassionopoulos, cuya fuente de información se basa en Françoise Gilot, una de las maltratadas mujeres de Picasso, a quien hemos conocido aquí, y quien, vencida la resistencia inicial a volver al pasado, confió a la escritora los secretos de su tortuosa intimidad, además de los testimonios de Maya, la primera hija de Picasso, con el surrealista Roberto Matta, quien en 1937 colaboró con Josep Lluís Sert y Luis Lacasa en el diseño del Pabellón de la República Española en la Exposition Internationale de París, además de con su abogado, un sobrino del propio Picasso, el chofer del pintor, y el servicio doméstico, y califica como resultado final a un Picasso cuya personalidad era una especie de droga, cual síndrome de abstinencia que produjo en quienes él mismo habituó a la adicción fue terrible, ya que costó la vida o la salud mental, en algún caso primero una cosa y después la otra, a los que se dejaron arrastrar por el torbellino enajenante de su personalidad, sus exigencias patológicas y sus excéntricos caprichos. 

Picasso, falleció sin dejar testamento, él mismo profetizaría que cuando muriera, sería un naufragio, y cuando un barco grande naufraga, mucha gente a su alrededor, se va al fondo con él…acertó, ya que los pleitos sobre su herencia, han sido muchos, y dolorosos para todos, incluida Jacqueline, su última mujer. Tenía 59 años y luchaba contra la depresión desde la muerte de Picasso… Después de superar los problemas de la herencia y todo lo que le hicieron sufrir los herederos del pintor, fundamentalmente por el comportamiento de ella en el entierro de Picasso, prohibiéndoles la asistencia, se quedó tranquila, pero le faltaba un hombre y ese hombre se llamaba Frederic Rosiff, cineasta y además gran amigo de Picasso. Pero Rosiff no la hizo caso y se fue con otra mujer, y Jacqueline no lo pudo soportar, murió alcoholizada, sola, profundamente deprimida, hastiada de ahuyentar a los herederos, especialmente su propia hija Catherine…ya hemos comentado en el artículo, las circunstancias sobre Marie-Thérèse Walter, musa, amante y madre de la segunda hija de Picasso, Maya, que se había ahorcado en 1977, y de Dora Maar, que aunque no llegó a ese extremo, su salud mental llegó a quebrarse de tal manera que llegó a someterse a una terapia de electroshock, y Olga, se volvió histérica, y con muchas deficiencias psíquicas…si vivir con Picasso, no fue fácil, tampoco lo fue sobrevivirle.






Dejó que sus herederos se pelearan por un legado que era ingente y millonario. Él era el mejor coleccionista de sí mismo. Conservaba obras de todas sus etapas. Marina y su hermanastro Bernard junto a la viuda Jacqueline eran los herederos legales del pintor. Pero también estaban Claude y Paloma, hijos ilegítimos de Picasso con la pintora Françoise Gilot (aún viva, a sus 93 años) y Maya, la hija de Marie-Thérèse. El proceso para repartir las obras acumuladas en sus residencias fue largo (había que hacer inventario de más de 1.800 pinturas, 1.200 esculturas, 7.000 dibujos...) y costoso, como ya hemos comentado… 

El Estado francés se quedó con muchas de las mejores piezas como pago por los impuestos. Hasta 1981, ocho años después de la muerte del pintor, no se hizo el reparto definitivo. Para salvarse él en su propia creación, destruyó a los demás. Paulo, el torturado primogénito de Picasso, murió sólo dos años después que su padre, así que no llegó a heredar, Su última esposa se pego un tiro en la sien debajo de las sábanas. Una de sus amantes se ahorcó. Otra se volvió loca. Un hijo se drogó hasta inmolarse. Un nieto, desesperado al sentirse rechazado por el patriarca, se bebió una botella de lejía y, al no lograr morir, acabó con su vida por inanición. 


Hemos dado a lo mejor una imagen cuya sentencia final,  condena a Picasso a no ser  más que una especie de brocha gorda untada en su propia escoria y adornada con su falsedad, tanto como persona, como artista , en la ignominia de aquel que fuera catalogado como el mayor genio artístico del siglo XX, donde su creatividad inagotable y su genio artístico dicen ser legendarios, lo cierto es que el Picasso real, no resulta otra cosa que un sádico ególatra, manipulador y oportunista, apasionado y contradictorio, en guerra contra sí mismo y contra todos, ateo y supersticioso, mundano y rebelde, comunista y millonario, padre orgulloso y amante salvaje, quien miraba a todos aquellos que estaban a su alrededor cultural con emociones que iban desde la admiración hasta la envidia y el desprecio, y como hemos podido comprobar, a sucesivas mujeres dominadas y humilladas por su arrolladora personalidad, entre las que destaca Françoise Gilot, que conviviera diez años con él, le dio dos hijos, y fue la única que se atrevió a dejarlo. 



En cuanto al Guernica y su historia, estoy absolutamente convencido que desde estas líneas, posiblemente hayan podido descubrir no ya sólo la realidad de su arte, si no la quimera de un montaje llevado al extremo de la propia idiotez intelectual, pero sobre todo, humana, y manipuladora. 



Aingeru Daóiz Velarde.- 





BIBLIOGRAFÍA 

Guernica. El bombardeo. La historia frente al mito. Jesús Salas Larrazábal. 

La cara atroz del Guernica de Picasso. Ramón Fernández Palmeral. 

Artículo en LETRALIA. El Guernica de Picasso nada tiene que ver con el bombardeo de Guernica. Ramón Fernández Palmeral. 

Pablo Picasso. Guernica. Juan Larrea. 

Mi vida con Picasso. Françoise Gilot. Carlton Lake. 

Picasso. Henry Gidel. Biografía. 

El Señor de las palomas. Antonio D. Olano. 
Picasso: creador y destructor. Arianna Stassinopoulos Huffington. Biografía. 



Arthur I. Miller. Einstein, Picasso: Espacio, tiempo y la belleza que causa estragos. 

Picasso. Retratos de familia. Oliver Widmaier Picasso. 

Película “Sobrevivir a Picasso”. Año 1996. Director James Ivory. 

Película “La Banda Picasso”. Año 2012. Director Fernando Colomo. 

“Picasso íntimo”. Antonio Dominguez Olano. 

Guernica. La obra maestra desconocida. José Mª. Juarraz de la Fuente. 






















lunes, 14 de septiembre de 2020

PICASSO, UN HABITANTE DE SODOMA Y UN MISTERIO SILENCIADO.

PICASSO, UN HABITANTE DE SODOMA Y UN MISTERIO SILENCIADO. 

Antes de nada, daremos un paseo por el tiempo, y nos encontramos en 1.898... y mientras las últimas tropas españolas abandonaban Cuba, el joven Picasso andaba mal de salud por Barcelona. Los médicos le recomendaron una estancia en algún lugar seco y lejano de la húmeda Barcelona. Por algún motivo que desconozco, posiblemente su amistad con Manuel Pallarés, eligió la bella localidad de Horta de Sant Joan, cerca del Massís dels Ports, concretamente 8 meses en contacto con la naturaleza, en una masía, Can Tafetans. 

Tenía 17 años y pasó 8 meses en esta localidad. Pallarés era el propietario de la masía en la que residía. Picasso allí aprendió a trabajar en el campo, a talar árboles, cuidar ganado o remover el estiércol. Y pintó, aunque alguna de sus obras han desaparecido. En una de ellas "Idilio" se podían observar a dos jóvenes semidesnudos perdidos en la montaña...no confundir con "el Idilio", que es otra obra diferente. Seguramente recordaba sus juegos con el joven pastor, desnudos por el monte, embadurnados de pintura o durmiendo juntos en un lecho de paja seca. 

Incluso, y aunque este dato revele cierta estupefacción el propio Picasso no negó nunca una cierta homosexualidad. Françoise Gilot, una de las compañeras de Picasso, contaría que en estos ocho meses en los que estuvo en Horta de Sant Joan, el joven Picasso conoció a un joven gitano de 15 años. Éste le acompañaba con su mula cuando subían a los "Ports del Maestrat", pues en esta zona tenía su rebaño de cabras, allí pasaban días y semanas juntos. 



Según la biografía de Henry Gidel, la relación entre ambos fue mucho más allá de una profunda amistad. Él mismo nos cuenta que entre él y Picasso se entabla primero una amistad ardiente, que sin duda llegó mucho más lejos. Los dos chicos sancionan su unión con un ritual que se remonta a la noche de los tiempos: el gitano, empuñando el cuchillo del que no se separa nunca, se hace un corte en la muñeca y pide a Pablo que haga lo mismo. Entonces mezclan su sangre en señal de eterna fidelidad. Pero el gitano, que comprende enseguida lo imposible de una relación profunda con un muchacho que no es de su raza, prefiera desaparecer. Una mañana, en la gruta, Pablo ya no lo encuentra a su lado… su lecho de hierbas y hojas está vacío. Se queda estupefacto. Su pena es muy grande. Regresa entonces a Horta con Manuel Pallarès… 



Un personaje muy importante en la vida de Pablo Picasso, fue sin duda Max Jacob, homosexual atormentado por la salvación del alma, uno de los mejores amigos de Picasso desde 1901, compañero de bohemia, y de opio, ya que conocida es también la afición por el opio que ambos tenían, junto con otros bohemios del lugar y circunstancia… es la época del Picasso más bohemio, donde las noches, cuando tiene dinero, las pasa inmerso en la fiesta, entre cabarets, cines, alcohol y tertulias se acerca por curiosidad al opio, pero se acaba comprando una lamparilla, y fuma dos o tres veces por semana para olvidarse «de sí mismo», en palabras de una de sus mujeres, Fernande Olivier… Es la época más oscura y a la que intentará volver durante las etapas más asentadas y tranquilas de su vida….Cuando el pintor llega a París comparte un cuarto con el mencionado Max Jacob…y atormentado por los celos, llevaba muy mal las aventuras de su amigo Pablo, y pese a que mantenían unas relaciones algo complejas, sus relaciones estaban marcadas por periodos de complicidad y otros de incomprensión…fue testigo de boda de Pablo Picasso con Olga Khokholova, junto con Guillaume Apollinaire y Jean Cocteau, sus otros dos inseparables amigos. 


Max Jacob tenía 25 años y se rindió a los pies de Picasso. Y pretendía ser, además de poeta, pintor. "No, concéntrate en la poesía que es lo tuyo", le aconsejó Picasso. Y éste, que miraba a su ídolo a través del monóculo y recibía el fuego de la inspiración, le obedeció.


Fueron años difíciles, de sufrimiento, para Picasso. El periodo azul, del que hablaremos en otros artículos , y también en uno especial concerniente a las mujeres de Picasso, más que nada para que éste no se haga muy extenso y aburrido, ya que es un periodo que lo refleja con esos personajes tullidos, la tristeza del arlequín, los enfermos y las madres hambrientas y atormentadas. Allí dentro estaba él, un hombre que crecía en la confusión y el desconcierto, con ansias de poder y de dominio, ambición de triunfo y un apetito sexual insaciable en un mundo hostil. 


En uno de sus desnudos de prostitutas anotó: "Cuando tengas ganas de joder, jode". Era no tanto un credo como la consigna que impuso a su existencia. Cuando quiso hacer lo que le vino en gana lo hizo sin importarle las consecuencias, siempre que éstas no dañaran su obra artística…este era Picasso. En la imagen, Max Jacob, posando detrás de Pablo Picasso.








Existe una curiosa historia sobre Picasso, y es que cuando la Mona Lisa fue robada en 1911 por el ladrón italiano Vincenzo Peruggia, Pablo Picasso y Guillaume Apollinaire fueron llevados por la policía de París para ser interrogados. Ellos eran ino­centes de haber robado la Mona Lisa, pero en realidad eran culpables de haber robado otro tipo de arte del museo del Louvre, en el armario de Picasso se escondían varias cabezas antiguas de estatuas ibéricas que habían sido robadas del museo del Louvre en 1907 por el secretario de Apollinaire, Honoré -Joseph Géry Pieret, casi con toda seguridad el propio Picasso colaboró en la comisión del delito, ya que podría haber ayudado en el robo. La participación de Picasso en este robo de arte es poco conoci­da, a pesar de que el llamado “affaire des statuettes”, que traducido quiere decir “El caso de las estatuillas”, estuvo en los titulares de los periódicos interna­cionales en 1911… las autoridades descubrieron que Picasso estaba en posesión de dos estatuas ibéricas que había robado del Louvre Géry Pieret, un conocido suyo, cuatro años atrás, como se ha dicho, pero es interesante conocer que Pieret era secretario de Guillaume Apollinaire, muy amigo de Picasso en la época.



El artista aseguró que no tenía ni idea de que las estatuas habían sido robadas, pero en los últimos años historiadores como Silvia Loreti y Noah Charney afirman que Picasso tenía total conocimiento del origen de las obras y que incluso pudo haber encargado el robo, y la razón que argumenta el profesor Charney, es porque las estatuas encajaban perfectamente con su gusto y porque él escondió las obras a pesar de que mostraba abiertamente otras posesiones similares…


Los flirteos de Picasso y Apollinaire con el arte de robar arte, se remontan precisamente cuando ambos conocieron a Géry Pieret, un sugestivo indivíduo de refinados modales y notable cultura que los sedujo hasta el extremo de ser contratado por el poeta como secretario, como ya hemos podido ver…el tal Pieret, había trabajado antes como vigilante del Louvre, y en su afán fantasmal, presumía ante el joven pintor Picasso, y el descubridor de la palabra surrealismo la facilidad de robar en el museo… Picasso, que entonces visitaba a menudo el Louvre para empaparse del primitivo arte íbero, que tanto iba a influir en el diseño de sus facies cubistas, instó a Pieret, ofreciéndole 50 francos a cambio de dos máscaras íberas, y Apollinaire se encaprichó de una estatuilla del mismo origen. 







Pero este robo tuvo influencia sobre el arte de Picasso y el auge del modernismo, ya que las formas de la estatuas robadas se integraron en el famoso cuadro de Picasso, Les Demoiselles d’Avignon (1907), que es ampliamente considerado como la primera gran obra de la modernidad...Durante décadas, Pablo Picasso guardó silencio sobre su papel involuntario en el caso del robo de "La Gioconda". Solo unos días después de la desaparición del cuadro de Da Vinci del Museo del Louvre, en agosto de 1911, la policía comenzó a sospechar que el artista malagueño y el poeta Guillaume Apollinaire estaban detrás del golpe y que formaban parte de una banda criminal de guante blanco. Los indicios llegaron de la mano del aventurero Honoré-Joseph Géry, quien, tras el robo, se presentó en la redacción de “Le Journal” para contar lo fácil que era desvalijar la pinacoteca. En su confesión, bajo el seudónimo de barón d'Ormesan, reveló que, con la complicidad de Apollinaire, había robado un par de esculturas ibéricas primitivas para Picasso...En la imagen siguiente, a la izquierda Apollinaire y a la derecha, Picasso.






Tras esas declaraciones, el pintor y el poeta entraron en pánico. Ambos eran extranjeros y un delito podía significar la extradición y el fin de sus carreras. Picasso todavía guardaba en su estudio del Bateau-Lavoir, en Montmatre, las figuras de Osuna robadas del Louvre que utilizó como inspiración para pintar "Las señoritas de Avignon". En la medianoche del 5 de septiembre, Apollinaire ayudó a su amigo a ocultarlas. Dos días después, la policía arresta al autor de los Caligramas, o conjunto de palabras cuyo propósito es formar una figura acerca de lo que trata un poema o una declaración que en su confesión menciona al maestro cubista. Ambos llorarán durante el careo. Pero Picasso termina negando todo, incluso a su fiel compañero, "Nunca antes lo había visto", sentenció en acta...Hay una película del Director Fernando Colomo titulada "La Banda Picasso", del año 2012, que nos traslada al París de 1911… La Gioconda desaparece del Louvre, y Pablo Picasso y Guillaume Apollinaire son detenidos… Pablo recuerda que Guillaume le había presentado a un atlético joven llamado “el Barón” que, al enterarse de su fascinación por unas estatuas ibéricas, decide robarlas del Louvre y vendérselas a un precio ridículo. Aquellas estatuas fueron cuatro años antes la inspiración del primer cuadro cubista, “Las señoritas de Avignon”. Picasso es español, Guillaume polaco, el Barón, belga. Y la prensa habla de una banda internacional llegada a Francia para desvalijar los museos... en conclusión, Apollinaire y Picasso estaban en el mismo grupo de amigos. Lo que llevó al descubrimiento del hurto de las estatuillas fue que ambos artistas fueron acusados de robar la Gioconda. Los dos fueron investigados y Apollinaire acusó a Picasso del delito. Al final quedaron en libertad y dos años después se descubrió que un antiguo empleado del Louvre, Vincenzo Peruggia, había ocultado la obra de Da Vinci en su pequeño apartamento. En la imagen Vincenzo Peruggia.






Con toda certeza, la negación de Picasso con respecto de su amigo Apollinaire rompió la amistad para siempre. Picasso, de alguna manera, lloró toda su vida a Apollinaire, quien se alistó voluntario en la Gran Guerra, fue herido en la cabeza y murió de gripe española en 1918…podríamos tildar de comprensible la actitud de Picasso y Apollinaire , ya que cuando leyeron las confesiones de Pieret en el Journal, sufrieron un particular ataque de terror, ya que con toda razón, Estaban seguros de que Pieret los había delatado, y tramaron un plan para no ser descubiertos, que consistía en arrojar las piezas robadas al Sena…una decisión justificada si cabe, ya que en París ya empezaba a asomar la xenofobia que anunciaba la I Guerra Mundial, y Picasso era español y Apollinaire, polaco, y ambos temían que la ley se ensañara con ellos. El robo de La Gioconda se había convertido en una afrenta nacional, y la Gran Francia clamaba respuesta, y venganza…En la imagen siguiente, "Las señoritas de Avignon", de Picasso.







Desde el robo de las estatuas ibéricas en el Museo del Louvre, por el que llegó a estar procesado y a punto de ir a la cárcel, hasta su terrible juventud, incluyendo el mencionado robo de La Gioconda, estuvo de alguna manera, enamorado del hombre que la robó, Vincenzo Peruggia, el vigilante del museo que la dejó varios días en casa de Picasso hasta que se la llevó a Venecia. El cuadro estuvo desaparecido dos años, hasta que el ladrón la restituyó gracias al propio Picasso, al que casi lo implican en el robo… la homosexualidad, es parte de la vida de Picasso, pese a que era un mujeriego terrible, como se puede ver en el artículo “LAS MUJERES DE PICASSO O UN MISÓGINO ADICTO”, pero además está el dato también conocido de que Picasso le pidió a un pintor alemán homosexual que fuese a vivir con él en París. Un día Picasso se lo encontró ahorcado y quedó tan impresionado que desde entonces siempre llevó consigo un trozo de soga, así lo asegura Antonio D. Olano, el biógrafo gallego, que mantuvo 25 años de amistad con el genio malagueño, presenta el lado menos conocido del pintor en el libro ´Picasso. El señor de las palomas´. 

Los “adolescentes”, y “Dos mchicos”, de Picassso.








”Niño guardando caballo”, de Picasso.



Sin duda alguna, Pablo D. Olano es el biógrafo más intenso y directo de Pablo Picasso gracias a los 25 años de amistad que mantuvieron y a lo mucho que dialogaron, muestra una obra con la particularidad de que los nombres de los personajes son reales, comenzando por el central que es Pablo Picasso.


En el libro, Olano cuenta muchas de las intimidades del pintor que pueden hacerse públicas, y describe muchos aspectos todavía poco divulgados de la vida del genial artista. Son muchas las historias escuchadas sobre sus rarezas, su atrevimiento y sus romances, pero nunca contadas desde una perspectiva tan cercana como en El señor de las palomas, un intimista acercamiento a uno de los artistas más enigmáticos de nuestra historia.




Aingeru Daóiz Velarde.- 





BILIOGRAFÍA:



Mi vida con Picasso. Françoise Gilot. Carlton Lake.

Picasso. Henry Gidel. Biografía.

El Señor de las palomas. Antonio D. Olano.

Picasso: creador y destructor. Arianna Stassinopoulos Huffington. Biografía.



Picasso. Retratos de familia. Oliver Widmaier Picasso.

Película “Sobrevivir a Picasso”. Año 1996. Director James Ivory.

Película “La Banda Picasso”. Año 2012. Director Fernando Colomo. 

“Picasso íntimo”. Antonio Dominguez Olano.