lunes, 14 de septiembre de 2020

PICASSO, UN HABITANTE DE SODOMA Y UN MISTERIO SILENCIADO.

PICASSO, UN HABITANTE DE SODOMA Y UN MISTERIO SILENCIADO. 

Antes de nada, daremos un paseo por el tiempo, y nos encontramos en 1.898... y mientras las últimas tropas españolas abandonaban Cuba, el joven Picasso andaba mal de salud por Barcelona. Los médicos le recomendaron una estancia en algún lugar seco y lejano de la húmeda Barcelona. Por algún motivo que desconozco, posiblemente su amistad con Manuel Pallarés, eligió la bella localidad de Horta de Sant Joan, cerca del Massís dels Ports, concretamente 8 meses en contacto con la naturaleza, en una masía, Can Tafetans. 

Tenía 17 años y pasó 8 meses en esta localidad. Pallarés era el propietario de la masía en la que residía. Picasso allí aprendió a trabajar en el campo, a talar árboles, cuidar ganado o remover el estiércol. Y pintó, aunque alguna de sus obras han desaparecido. En una de ellas "Idilio" se podían observar a dos jóvenes semidesnudos perdidos en la montaña...no confundir con "el Idilio", que es otra obra diferente. Seguramente recordaba sus juegos con el joven pastor, desnudos por el monte, embadurnados de pintura o durmiendo juntos en un lecho de paja seca. 

Incluso, y aunque este dato revele cierta estupefacción el propio Picasso no negó nunca una cierta homosexualidad. Françoise Gilot, una de las compañeras de Picasso, contaría que en estos ocho meses en los que estuvo en Horta de Sant Joan, el joven Picasso conoció a un joven gitano de 15 años. Éste le acompañaba con su mula cuando subían a los "Ports del Maestrat", pues en esta zona tenía su rebaño de cabras, allí pasaban días y semanas juntos. 



Según la biografía de Henry Gidel, la relación entre ambos fue mucho más allá de una profunda amistad. Él mismo nos cuenta que entre él y Picasso se entabla primero una amistad ardiente, que sin duda llegó mucho más lejos. Los dos chicos sancionan su unión con un ritual que se remonta a la noche de los tiempos: el gitano, empuñando el cuchillo del que no se separa nunca, se hace un corte en la muñeca y pide a Pablo que haga lo mismo. Entonces mezclan su sangre en señal de eterna fidelidad. Pero el gitano, que comprende enseguida lo imposible de una relación profunda con un muchacho que no es de su raza, prefiera desaparecer. Una mañana, en la gruta, Pablo ya no lo encuentra a su lado… su lecho de hierbas y hojas está vacío. Se queda estupefacto. Su pena es muy grande. Regresa entonces a Horta con Manuel Pallarès… 



Un personaje muy importante en la vida de Pablo Picasso, fue sin duda Max Jacob, homosexual atormentado por la salvación del alma, uno de los mejores amigos de Picasso desde 1901, compañero de bohemia, y de opio, ya que conocida es también la afición por el opio que ambos tenían, junto con otros bohemios del lugar y circunstancia… es la época del Picasso más bohemio, donde las noches, cuando tiene dinero, las pasa inmerso en la fiesta, entre cabarets, cines, alcohol y tertulias se acerca por curiosidad al opio, pero se acaba comprando una lamparilla, y fuma dos o tres veces por semana para olvidarse «de sí mismo», en palabras de una de sus mujeres, Fernande Olivier… Es la época más oscura y a la que intentará volver durante las etapas más asentadas y tranquilas de su vida….Cuando el pintor llega a París comparte un cuarto con el mencionado Max Jacob…y atormentado por los celos, llevaba muy mal las aventuras de su amigo Pablo, y pese a que mantenían unas relaciones algo complejas, sus relaciones estaban marcadas por periodos de complicidad y otros de incomprensión…fue testigo de boda de Pablo Picasso con Olga Khokholova, junto con Guillaume Apollinaire y Jean Cocteau, sus otros dos inseparables amigos. 


Max Jacob tenía 25 años y se rindió a los pies de Picasso. Y pretendía ser, además de poeta, pintor. "No, concéntrate en la poesía que es lo tuyo", le aconsejó Picasso. Y éste, que miraba a su ídolo a través del monóculo y recibía el fuego de la inspiración, le obedeció.


Fueron años difíciles, de sufrimiento, para Picasso. El periodo azul, del que hablaremos en otros artículos , y también en uno especial concerniente a las mujeres de Picasso, más que nada para que éste no se haga muy extenso y aburrido, ya que es un periodo que lo refleja con esos personajes tullidos, la tristeza del arlequín, los enfermos y las madres hambrientas y atormentadas. Allí dentro estaba él, un hombre que crecía en la confusión y el desconcierto, con ansias de poder y de dominio, ambición de triunfo y un apetito sexual insaciable en un mundo hostil. 


En uno de sus desnudos de prostitutas anotó: "Cuando tengas ganas de joder, jode". Era no tanto un credo como la consigna que impuso a su existencia. Cuando quiso hacer lo que le vino en gana lo hizo sin importarle las consecuencias, siempre que éstas no dañaran su obra artística…este era Picasso. En la imagen, Max Jacob, posando detrás de Pablo Picasso.








Existe una curiosa historia sobre Picasso, y es que cuando la Mona Lisa fue robada en 1911 por el ladrón italiano Vincenzo Peruggia, Pablo Picasso y Guillaume Apollinaire fueron llevados por la policía de París para ser interrogados. Ellos eran ino­centes de haber robado la Mona Lisa, pero en realidad eran culpables de haber robado otro tipo de arte del museo del Louvre, en el armario de Picasso se escondían varias cabezas antiguas de estatuas ibéricas que habían sido robadas del museo del Louvre en 1907 por el secretario de Apollinaire, Honoré -Joseph Géry Pieret, casi con toda seguridad el propio Picasso colaboró en la comisión del delito, ya que podría haber ayudado en el robo. La participación de Picasso en este robo de arte es poco conoci­da, a pesar de que el llamado “affaire des statuettes”, que traducido quiere decir “El caso de las estatuillas”, estuvo en los titulares de los periódicos interna­cionales en 1911… las autoridades descubrieron que Picasso estaba en posesión de dos estatuas ibéricas que había robado del Louvre Géry Pieret, un conocido suyo, cuatro años atrás, como se ha dicho, pero es interesante conocer que Pieret era secretario de Guillaume Apollinaire, muy amigo de Picasso en la época.



El artista aseguró que no tenía ni idea de que las estatuas habían sido robadas, pero en los últimos años historiadores como Silvia Loreti y Noah Charney afirman que Picasso tenía total conocimiento del origen de las obras y que incluso pudo haber encargado el robo, y la razón que argumenta el profesor Charney, es porque las estatuas encajaban perfectamente con su gusto y porque él escondió las obras a pesar de que mostraba abiertamente otras posesiones similares…


Los flirteos de Picasso y Apollinaire con el arte de robar arte, se remontan precisamente cuando ambos conocieron a Géry Pieret, un sugestivo indivíduo de refinados modales y notable cultura que los sedujo hasta el extremo de ser contratado por el poeta como secretario, como ya hemos podido ver…el tal Pieret, había trabajado antes como vigilante del Louvre, y en su afán fantasmal, presumía ante el joven pintor Picasso, y el descubridor de la palabra surrealismo la facilidad de robar en el museo… Picasso, que entonces visitaba a menudo el Louvre para empaparse del primitivo arte íbero, que tanto iba a influir en el diseño de sus facies cubistas, instó a Pieret, ofreciéndole 50 francos a cambio de dos máscaras íberas, y Apollinaire se encaprichó de una estatuilla del mismo origen. 







Pero este robo tuvo influencia sobre el arte de Picasso y el auge del modernismo, ya que las formas de la estatuas robadas se integraron en el famoso cuadro de Picasso, Les Demoiselles d’Avignon (1907), que es ampliamente considerado como la primera gran obra de la modernidad...Durante décadas, Pablo Picasso guardó silencio sobre su papel involuntario en el caso del robo de "La Gioconda". Solo unos días después de la desaparición del cuadro de Da Vinci del Museo del Louvre, en agosto de 1911, la policía comenzó a sospechar que el artista malagueño y el poeta Guillaume Apollinaire estaban detrás del golpe y que formaban parte de una banda criminal de guante blanco. Los indicios llegaron de la mano del aventurero Honoré-Joseph Géry, quien, tras el robo, se presentó en la redacción de “Le Journal” para contar lo fácil que era desvalijar la pinacoteca. En su confesión, bajo el seudónimo de barón d'Ormesan, reveló que, con la complicidad de Apollinaire, había robado un par de esculturas ibéricas primitivas para Picasso...En la imagen siguiente, a la izquierda Apollinaire y a la derecha, Picasso.






Tras esas declaraciones, el pintor y el poeta entraron en pánico. Ambos eran extranjeros y un delito podía significar la extradición y el fin de sus carreras. Picasso todavía guardaba en su estudio del Bateau-Lavoir, en Montmatre, las figuras de Osuna robadas del Louvre que utilizó como inspiración para pintar "Las señoritas de Avignon". En la medianoche del 5 de septiembre, Apollinaire ayudó a su amigo a ocultarlas. Dos días después, la policía arresta al autor de los Caligramas, o conjunto de palabras cuyo propósito es formar una figura acerca de lo que trata un poema o una declaración que en su confesión menciona al maestro cubista. Ambos llorarán durante el careo. Pero Picasso termina negando todo, incluso a su fiel compañero, "Nunca antes lo había visto", sentenció en acta...Hay una película del Director Fernando Colomo titulada "La Banda Picasso", del año 2012, que nos traslada al París de 1911… La Gioconda desaparece del Louvre, y Pablo Picasso y Guillaume Apollinaire son detenidos… Pablo recuerda que Guillaume le había presentado a un atlético joven llamado “el Barón” que, al enterarse de su fascinación por unas estatuas ibéricas, decide robarlas del Louvre y vendérselas a un precio ridículo. Aquellas estatuas fueron cuatro años antes la inspiración del primer cuadro cubista, “Las señoritas de Avignon”. Picasso es español, Guillaume polaco, el Barón, belga. Y la prensa habla de una banda internacional llegada a Francia para desvalijar los museos... en conclusión, Apollinaire y Picasso estaban en el mismo grupo de amigos. Lo que llevó al descubrimiento del hurto de las estatuillas fue que ambos artistas fueron acusados de robar la Gioconda. Los dos fueron investigados y Apollinaire acusó a Picasso del delito. Al final quedaron en libertad y dos años después se descubrió que un antiguo empleado del Louvre, Vincenzo Peruggia, había ocultado la obra de Da Vinci en su pequeño apartamento. En la imagen Vincenzo Peruggia.






Con toda certeza, la negación de Picasso con respecto de su amigo Apollinaire rompió la amistad para siempre. Picasso, de alguna manera, lloró toda su vida a Apollinaire, quien se alistó voluntario en la Gran Guerra, fue herido en la cabeza y murió de gripe española en 1918…podríamos tildar de comprensible la actitud de Picasso y Apollinaire , ya que cuando leyeron las confesiones de Pieret en el Journal, sufrieron un particular ataque de terror, ya que con toda razón, Estaban seguros de que Pieret los había delatado, y tramaron un plan para no ser descubiertos, que consistía en arrojar las piezas robadas al Sena…una decisión justificada si cabe, ya que en París ya empezaba a asomar la xenofobia que anunciaba la I Guerra Mundial, y Picasso era español y Apollinaire, polaco, y ambos temían que la ley se ensañara con ellos. El robo de La Gioconda se había convertido en una afrenta nacional, y la Gran Francia clamaba respuesta, y venganza…En la imagen siguiente, "Las señoritas de Avignon", de Picasso.







Desde el robo de las estatuas ibéricas en el Museo del Louvre, por el que llegó a estar procesado y a punto de ir a la cárcel, hasta su terrible juventud, incluyendo el mencionado robo de La Gioconda, estuvo de alguna manera, enamorado del hombre que la robó, Vincenzo Peruggia, el vigilante del museo que la dejó varios días en casa de Picasso hasta que se la llevó a Venecia. El cuadro estuvo desaparecido dos años, hasta que el ladrón la restituyó gracias al propio Picasso, al que casi lo implican en el robo… la homosexualidad, es parte de la vida de Picasso, pese a que era un mujeriego terrible, como se puede ver en el artículo “LAS MUJERES DE PICASSO O UN MISÓGINO ADICTO”, pero además está el dato también conocido de que Picasso le pidió a un pintor alemán homosexual que fuese a vivir con él en París. Un día Picasso se lo encontró ahorcado y quedó tan impresionado que desde entonces siempre llevó consigo un trozo de soga, así lo asegura Antonio D. Olano, el biógrafo gallego, que mantuvo 25 años de amistad con el genio malagueño, presenta el lado menos conocido del pintor en el libro ´Picasso. El señor de las palomas´. 

Los “adolescentes”, y “Dos mchicos”, de Picassso.








”Niño guardando caballo”, de Picasso.



Sin duda alguna, Pablo D. Olano es el biógrafo más intenso y directo de Pablo Picasso gracias a los 25 años de amistad que mantuvieron y a lo mucho que dialogaron, muestra una obra con la particularidad de que los nombres de los personajes son reales, comenzando por el central que es Pablo Picasso.


En el libro, Olano cuenta muchas de las intimidades del pintor que pueden hacerse públicas, y describe muchos aspectos todavía poco divulgados de la vida del genial artista. Son muchas las historias escuchadas sobre sus rarezas, su atrevimiento y sus romances, pero nunca contadas desde una perspectiva tan cercana como en El señor de las palomas, un intimista acercamiento a uno de los artistas más enigmáticos de nuestra historia.




Aingeru Daóiz Velarde.- 





BILIOGRAFÍA:



Mi vida con Picasso. Françoise Gilot. Carlton Lake.

Picasso. Henry Gidel. Biografía.

El Señor de las palomas. Antonio D. Olano.

Picasso: creador y destructor. Arianna Stassinopoulos Huffington. Biografía.



Picasso. Retratos de familia. Oliver Widmaier Picasso.

Película “Sobrevivir a Picasso”. Año 1996. Director James Ivory.

Película “La Banda Picasso”. Año 2012. Director Fernando Colomo. 

“Picasso íntimo”. Antonio Dominguez Olano.



























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