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domingo, 20 de junio de 2021

UN 18 DE AGOSTO CUALQUIERA Y LA OTRA MUERTE DE LORCA.

UN 18 DE AGOSTO CUALQUIERA Y LA OTRA MUERTE DE LORCA.


Las turbas encarnadas, acostumbradas desde su creación a generar de forma ordenada confusión y caos, es lo que mejor saben hacer, y lo hacen a la perfección porque siempre les sale bien, y gratis, y además, suelen utilizar actos fingidos que la mentira de la Memoria Histórica les sirve a groso modo, con un afianzamiento especial por los muertos y su manipulación con una especial perfidia y alevosía, que casi hace creíble sus consecuencias, y realmente, lo consigue con todas esas masas que aleladas, escuchan sus cantos de sirena, sin saber que los conducen a la más absoluta irreverencia y lo que es peor, al adoctrinamiento social y político…es la herencia perenne del Frete Popular.





Hoy toca, no por capricho si no por cierta alusión que no voy a contar aquí, a Federico García Lorca. Su historia es sobradamente conocida, y sus letras, no tanto, pero es igual, ya que baste decir que han sido utilizadas en multitud de eventos y cancioneros profanos, o a lo mejor no tanto, en esa obsesiva idealización manipuladora de convertir con mucho arte a víctimas reales, en criminales depravados o implacables torturadores y asesinos, o por lo contrario, a fervientes verdugos sin el menor sentimiento, o implacables criminales, en inocentes florecillas silvestres provenientes de esos arbustos generalmente espinosos que conservan el nombre de su esencia, o incluso en adulterar las circunstancias de un hecho cuya responsabilidad cabría buscarla en las consecuencias de un momento determinado en una crisis social, como puede ser una guerra, y caracterizarlas cual atrezzo que sirve a un decorado para representar su particular obra teatral, que les sirva para argumento de sus intereses, pero no de la realidad, una realidad camuflada en un contexto manipulado a su imagen y semejanza.


Por suerte o por desgracia, a veces, tristemente las menos de las veces tengo que decir, siempre sale alguien que levanta una tenue voz para protestar, y digo lo de tenue, porque no la escucha casi nadie, como este puede ser el caso, pero es igual, porque la conciencia al menos, se queda en paz.


Como la promesa es una deuda que se debe pagar, vayamos pues al hecho de la muerte de Federico García Lorca, el autor de La casa de Bernarda Alba, y permítanme que subraye este título, porque pretendo servirme de él, para argumentar mi alegato, ya que hablamos de esa España cerrada a la que nos pretenden convertir desde hace ya mucho tiempo, embaucados por esa libertad a la que Orwell hacía referencia en su novela 1984, una libertad disfrazada de quimera, en una España profunda, siniestra, donde el negro, lo cubre todo, el luto, es la esencia de la que se visten cuerpos, ideas, pensamientos y almas, la moral se cubre con la losa de la más deshonesta indecencia, y la honra, desaparece como una nube que se evapora al calor de lo que algunos han venido a llamar como libertad, que no es más que una condena a muerte de la tradición y de la vergüenza, de una sociedad marcada por el miedo, y el poder de la alta política, vendida al mejor postor, y en este caso en particular, Ian Gibson, biógrafo del poeta, tiene mucha culpa contando lo que le conviene, y sabiendo aprovechar la coyuntura y las circunstancias, para forrarse literalmente de oro, manchado en este caso de sangre, y si me permiten la vulgaridad de la expresión, de sangre y suciedad.




La tergiversación, al igual que su hermana la mentira, tiene las patas cortas, con lo cual, desde mi humilde opinión, voy a intentar contar la verdad, de este conocido como mártir de la libertad y la tolerancia. En la madrugada del 17 de agosto de 1936, Federico García Lorca fue fusilado, junto al maestro republicano Dióscoro Galindo, el maestro cojo, perteneciente al Frente Popular, que esto último no se recuerda casi nunca, y los anarquistas Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas, muy conocidos en Granada, sobre todo en el mundo taurino, del que llegaron a ser afamados banderilleros, en realidad, unos "hombres de acción" de la CNT-FAI, y ya sabemos lo que significaba ser unos hombres de acción, de aquellos que acostumbraban a implantar el terror con las conocidas como Brigadas de la Muerte, cuyo objetivo era implantar pueblo a pueblo el Comunismo Libertario, a fuerza de eso, de la acción…pues éstos, junto con el maestro cojo que negaba la existencia de Dios y otras cosas más, fueron fusilados junto a Federico García Lorca en un paraje perteneciente a Viznar, en la provincia de Granada…por cierto, lo de maestro cojo es porque le faltaba una pierna por un accidente, al parecer.

Este asesinato, vamos a llamarle así por tratarse de una eminente figura artística, conocida en todo el mundo, ha fomentado una verdadera leyenda, embaucada de misterio, de secretismo, de oscuridad y, como no podía ser menos, de manipulaciones interesadas, como ya hemos advertido, y aquí, surge irremediablemente como la punta hiriente de un iceberg que abre el socavón que hunde el transatlántico de la leyenda, ¿Quién mató realmente García Lorca, y por qué? …Apartando de un soplamocos los irreverentes argumentos del interesado biógrafo del poeta en Nueva York, Ian Gibson, y las interesadas propagandas vertidas en un mar de embustes en el que se sumerge la fábula llena de hipótesis, fantasías, imaginaciones y delirios casi comparables a la falacia del bombardeo de Guernica, o al tríptico de Picasso y su interés del mismo nombre, ciertamente antes de responder, debemos ser comprensivos y entendedores de lo que se vierte alrededor del agujero donde enterraron a Lorca, y es que hay mucha gente que vive y come del cuento de Lorca, como ya hemos visto en sus alegatos en canciones y otras historias de propaganda descarada, o de buscar cadáveres subvencionados por la hipocresía que luego realmente vienen a encontrar por accidente no premeditado a fusilados por el Frente Popular, y todo eso supone además mucho dinero en propagandas que realmente venden, y de la que viven muchas bocas hambrientas, incluidas las insaciables bocas políticas cuando dicen aquello de pedir el voto para su partido, para evitar votar a los asesinos de García Lorca…casi de risa, si no fuera de verdadera pena, y más aún de vomitable angustia, si me permiten la expresión, porque aprovechan que la historia que nos cuentan está ferozmente adulterada, y más tratándose de una figura reconocida internacionalmente como el poeta de Fuentevaqueros, una mina de oro que le ha proporcionado pingües réditos al marxismo cultural, y a sus chiringuitos playeros. En la imagen, el maestro cojo, Dióscoro Galindo, y los anarquistas banderilleros de la CNT-FAI Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas.




Para responder a las preguntas que se han formulado en el párrafo anterior sobre quién y porqué de la muerte de Lorca, vamos a abreviar y dar respuestas claras y concisas. Si nos detenemos a estudiar con detenimiento los hechos y circunstancias que constan en la historia de los acontecimientos, investigada por documentación aportada por diferentes figuras de la época, testigos de lo ocurrido, y que además no mantenían ningún tipo de relación entre si, podemos dar cuenta de que se demuestra que los primos del poeta granadino, de la familia Roldán, instigaron su asesinato y que en él, además de motivos políticos, influyeron viejas rencillas familiares y la homofobia, ya que se sostiene que desde el siglo XIX la familia García Rodríguez (la del padre del poeta) y las familias Roldán y Alba mantenían rencillas familiares, incluidas discusiones por repartos de tierras compradas a medias, a las que se sumaron sus distintas tendencias y ambiciones políticas ya que los Lorca eran republicanos y los Roldán de Acción Popular. Unas circunstancias que culminaron cuando García Lorca publicó en 1936 La casa de Bernarda Alba , una obra escrita con mala baba, como se solía decir, en la que el poeta fotografía a su manera a estas familias con las que la suya mantenía enemistades como una venganza personal por muchos años de pleitos, y que la edición de esta emblemática obra tiene mucho que ver con su muerte, por lo que se podría decir que a Lorca, lo mataron sus primos, de hecho, el marido de una prima lejana del padre de García Lorca fue uno de los autores materiales.

En el mismo agosto de 1936 se produjeron dos irrupciones en la Huerta de san Vicente, lo que era la casa de veraneo de la familia Lorca, llevadas a cabo por los hermanos Miguel y Horacio Roldán, primos del poeta,y esto,  nos da la primera parte de la respuesta a las cuestiones, ya que, insisto en que la muerte de Lorca fue una concentración de causas diferentes, no y en ningún caso políticas, aunque no se pueden tampoco llegar a descartar, pero la causa principal fueron las rencillas familiares. La detención en casa de los Rosales fue llevada a cabo por Ruiz Alonso, Martín Lagos y Juan Luis Trescastro, cuya mujer era prima del padre del poeta. Este Trescastro era militante de Acción Popular, al igual que los hermanos Roldán, y trabajaba como abogado para esta familia. Por último, en el pelotón de ejecución del poeta se encontraba Antonio Benavides Benavides, compadre de Trescastro, primo de los Roldán y sobrino nieto de Matilde Palacios Ríos, la primera mujer del padre del poeta, y José Benavides Peña, un personaje real retratado para su disgusto en “La casa de Bernarda Alba”, y también primo del poeta por parte de su padre. Antonio Benavides fue quien  lo remata a pie de fosa con un tiro en la cabeza. Es un tema que se ha podido investigar pero que políticamente no ha interesado. Siempre se ha querido sacar el tema político de Federico, sobre todo los investigadores extranjeros.


Federico García Rodriguez, su padre, tuvo disputas judiciales con su anterior familia política a costa de la herencia de Matilde Palacios, su primera mujer. El hecho de haber sido secretario personal de Fernando de los Ríos y su compromiso con la República influiría en el asesinato del poeta, pero esa simplificación de por “rojo y maricón”, hoy por hoy, no se la traga nadie más que quien tenga tragaderas para embucharse de todo, y Federico pudiera ser homosexual, eso no lo discute nadie, pero no era rojo, aunque fuera un ferviente republicano, en absoluto era rojo, ni mucho menos,y por ser homosexual, tampoco, porque hubo muchos homosexuales, algunos incluso conocidos del poeta, y nadie los fusiló, de hecho hay ejemplos de amigos en Granada literatos que eran también homosexuales, como fueron los hermanos Carrillo y el pintor Gabriel Morcillo y no fueron en ningún momento señalados ni ejecutados.   Se han apropiado indebidamente de un personaje que para nada era de izquierdas. Sobre todo el Partido Socialista. Federico nunca fue a un mitin de ningún partido y nunca se comprometía concretamente con una causa de este tipo. Tenía amigos desde la derecha más rancia, como José Antonio Primo de Rivera, hasta la izquierda más radical, como era Alberti. Era un hombre muy sociable. Era amigo de todos. Incluso, una vez fue invitado a la Italia de Mussolini a dar conferencias sobre teatro y por eso no era fascista. Su principal objetivo era la literatura...De hecho, y para sorprender al lector, hay que dar a conocer que tras varios intentos infructuosos llevados a cabo por amigos comunes, Federico y José Antonio son finalmente presentados en casa del diplomático chileno Carlos Morla Lynch, íntimo de García Lorca y admirador de Primo de Rivera. Hasta ese momento, el hijo del dictador, el Jefe de los falangistas, había mostrado un interés cicateramente correspondido por parte de García Lorca, temeroso de las consecuencias de una amistad tan prohibida como peligrosa, de una relación que podía ser aprovechada por sus enemigos, entre ellos Rafael Alberti, para purgar a un poeta homosexual, católico, retórico y burgués. José Antonio, en cambio, buscaba la compañía del poeta para desbastar a la Falange e hizo todo lo que estuvo en su mano para mantener las subvenciones de La Barraca, la compañía de teatro de García Lorca, y para que desde los medios afines se alabara la obra del granadino. Se trataron poco, pero se conocieron mucho. Conectaron y trabaron una amistad dramática, truncada a los pocos meses.



La ejecución fue ordenada por Velasco Simarro, teniente coronel de la Guardia Civil y mano derecha del gobernador Valdés Guzmán, el cual se aprovechó la ausencia de éste para ejecutar la sed de venganza de la familia Roldán.Como es de suponer, esta versión documentada de la historia no gustó ni a su familia ni a la historiografía marxista, porque los ajustes de cuentas restan épica e idealismo a la muerte del poeta. De hecho, la familia de Lorca nunca ha buscado los restos del poeta, es más, la familia de Lorca apela a su derecho a no buscar los restos del poeta: "Nadie tiene derecho a buscarlo", eso argumentan. Con lo cual, la conclusión es que insistimos en que a Federico García Lorca lo mataron sus primos, en el fragor de una sociedad en guerra, y aprovechando las circunstancias de la misma, ya que la Ley no tenía campo de acción, y se aprovecharon de esas circunstancias excepcionales para saldar deudas, vengarse de afrentas, resarcirse de injurias, satisfacer los resentimientos, y de paso confiscar propiedades ajenas que se codiciaban.





Finalmente, Federico García Lorca fue fusilado un 18 de agosto de 1936, y ahora conocemos la razón, que por cierto, para nada es la que nos cuenta la Desmemoria de la Historia. En resumen, ahí quedan los nombres señalados y sus circunstancias. Ahora, para finalizar, permítanme una última pregunta, ¿Hay intereses que impiden que se sepa la verdad? Por supuesto. ¿Por qué, si no, siempre se niega la familia a la búsqueda del cuerpo? La poderosa Fundación García Lorca, dirigida por los herederos y protegida y subvencionada por múltiples organismos públicos, lo rechazan. Morbo, fetichismo y oportunismo es lo que mueve todas esas acciones, acciones cuya conclusión es que en realidad son varios los motivos que convergen en el crimen, desde la casualidad a la venganza. La estancia del poeta en Granada, a fin de celebrar su onomástica y la de su padre, le localizan en el escenario de la sublevación el día 18 de julio, festividad de San Federico y fecha del golpe de Estado; salir de la casa de los Rosales, que le protegen y esconden; a fin de comprar tabaco en la plaza de la Trinidad el 15 de agosto le hace darse de bruces con la manifestación de los sublevados y algunos le reconocen y le siguen; estar oculto en casa de falangistas comporta una denuncia contra él auspiciada por gente de la CEDA, enemigos de los de José Antonio en las luchas de poder entre sublevados; que hubiese leído en Granada «La casa de Bernarda Alba» recrudece la inquina de viejos enemigos de su padre, los Roldán, los Quesada, los Benavides, que se ven retratados en sus páginas; darse de cara en el Gobierno Civil, ya detenido, con un viejo enemigo suyo, el teniente coronel Nicolás Velasco, le pone en el disparadero de la represalia; los enemigos de su padre encuentran la ocasión para la venganza y la ordalía criminal tras la sublevación permite el crimen.Esta es, en consecuencia, la otra muerte de Lorca.


Aingeru Daóiz Velarde.-



FUENTES

Documental, Lorca, el mar deja deja de moverse. Dirigido por Emilio Ruiz Barrachina.



EL HIMALAYA DE MENTIRAS DE LA MEMORIA HISTÓRICA, de Laureano Benitez Grande-Caballero (Libro).

LA VERDAD SOBRE EL ASESINATO DE GARCÍA LORCA. Miguel Caballero y María Pilar Góngora. (Libro).

LAS 13 ÚLTIMAS HORAS DE LA VIDA DE GARCÍA LORCA. Miguel Caballero (Libro).

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